"Lo que la prensa no publica, no existe", señala una popular expresión, que, si bien suena presuntuosa, tiene su grado de verdad. Está claro que los medios y las redes sociales no pueden determinar la existencia concreta o no de algo o alguien. Pero permiten la visibilización o repercusión que requiere todo acontecimiento para "existir" y, entonces, ser valorado, debatido, analizado, etc.
El terrible atentado que esta semana segó la vida del fiscal Marcelo Pecci enluta no solo a familiares, colegas y amigos, sino a todo el Paraguay, incluso a la región. De hecho, cada víctima del sicariato, sea conocida o no, deja una herida imborrable y enturbia la mirada de las personas hacia aquellos horizontes de esperanza, imprescindibles para cualquier sociedad.
La vida de cada uno reúne experiencias inimaginables. Es imposible conocer o dimensionar la situación por la que atraviesa cada individuo con el que nos cruzamos o de aquel que vemos alejarse por la calle. Cada persona es un mundo insondable, más allá de las apariencias.