La Basílica, construida en el lugar donde la virgen se apareció en varias ocasiones a lo largo de 1531, la última el 12 de diciembre de aquel año, estuvo abarrotada desde primera hora por peregrinos y familias de todos los rincones del país para darle serenata con las tradicionales “Mañanitas” y participar en la misa de medianoche.
“Venimos desde hace ocho años a festejarle, cantarle Las Mañanitas y rezarle en su día por lo buena que ha sido a lo largo del año con nosotros”, dijo a Efe Juan Alberto García Tapia, un feligrés que llegó con ocho integrantes de su familia desde un día antes para asegurar su lugar en el atrio.
Con las suelas gastadas de tanto caminar pero con una fe renovada, García Tapia confesó que también aprovechó la visita al templo para pedirle a la “Morenita” mucha “salud” y que nunca “les falte de comer” a él y a los suyos, naturales de Huixquilucan, en el central Estado de México.
Este día fueron llegando más peregrinos y visitantes de países como Estados Unidos, Argentina y Ecuador, para cumplir una “manda” (promesa o voto) o solamente “rezar” por la paz.
“Hay mucho catolicismo. Somos muchos los que venimos de muy lejos para ver a la Virgen y estamos muy contentos”, aseguró a Efe la ecuatoriana Carina Duque, responsable de un grupo de peregrinos de su país.
De acuerdo con la joven, quien visita por vez primera México, la peregrinación se programó desde hace varios meses con la intención de rezar “por la juventud” y para que la Virgen “nos guíe en el camino que debemos estar”.
Para Horacio Pérez, un joven de 23 años, acudió este día a la Basílica para cumplir con la promesa de recorrer medio kilómetro de rodillas hasta llegar a la puerta del Santuario con un ramo de rosas en una mano y, en la otra, con un rosario.
“Es una ‘manda’ que hice por salud y por arrepentimiento y por gracias. Para eso es, para eso vengo”, explicó Pérez a Efe.
Para cumplir tuvo que tomar muy temprano un avión desde su natal estado de Guadalajara, en el oeste de México, y hoy mismo deberá regresar para presentarse a su trabajo.
A partir de las siete de la mañana se celebran cada hora y hasta las ocho de la noche de hoy misas multitudinarias en honor a la virgen como un homenaje a la llamada Emperatriz de América, explicaron a Efe portavoces de la Basílica.
Este mediodía se celebró la misa de las Rosas, una de las ceremonias más importantes de los festejos del 12 de diciembre, y estuvo encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera quien pidió a los mexicanos a ser solidarios con los más necesitados, desprotegidos e indefensos y especialmente a buscar la justicia y la paz.
En su liturgia reconoció que México y en el continente americano “estamos ante tremendos retos que nos deben de inspirar y motivar e impulsar para poner todo de nuestra parte” porque, dijo, es un momento de las grandes oportunidades.
Como parte del programa de festejos en el atrio decenas de danzantes vestidos a la usanza prehispánica y algunos con sus cuerpos pintados, evocaron a “la Guadalupana” al compás de ritmos y cantos autóctonos desde muy temprana hora.
De acuerdo con la oficina del distrito de Gustavo A. Madero, donde se encuentra la Basílica, hasta la pasada medianoche habían llegado cinco millones de peregrinos a la basílica, y se espera más de un millón más en las próximas horas.
Desde hace tres días no para el paso de creyentes que, en su mayoría, llegan a pie, de rodillas o en bicicleta. Otros lo hacen cargando a sus espaldas pesadas imágenes de la virgen o adornos florales.
En el perímetro de la Basílica, uno de los principales santuarios católicos en Latinoamérica, se instalaron dos albergues con servicios de apoyo médico, dormitorios, sanitarios, agua potable y comedor, mismos que ya están siendo desalojados por los visitantes.
Hasta el momento, según datos de la secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal ofrecidos hoy, el festejo a la Virgen se realizó “con saldo blanco, sin ningún reporte de gravedad”.
También existe un operativo especial que desde el 7 de diciembre se puso en marcha para recibir a los peregrinos, que involucra a casi 18.637 agentes de seguridad de la capital y a 8.000 de fuerzas federales, según cifras oficiales.
