Javier María Alcaraz fue condenado ayer a dos años de prisión con suspensión de ejecución de la condena por tentativa de estafa.
Alcaraz había invocado el nombre del intendente de Caazapá en el año 2012, para pedir USD 7.500 al empresario Wildo Britos, quien lo denunció ante el Ministerio Público.
El caso llegó a juicio oral como coacción grave y extorsión, pero hubo falencias en la investigación fiscal, por lo que no fue posible llegar a los autores morales del hecho y el fiscal Adolfo Santander, quien asumió en el caso hace unos meses, tuvo que pedir el cambio de calificación.
Alcaraz intentó retirar el dinero. Antes había llamado a la víctima solicitando el dinero supuestamente para el entonces intendente de Caazapá, Pedro Tito Díaz. E. M.