29 mar. 2024

Paso Yobái, tierra de oro donde la comunidad es la menos beneficiada

Desde la asociación de mineros exigen que el Estado considere a la población local a la hora de dar la concesión para la explotación de canteras. Los pequeños productores trabajan bajo la informalidad.

“Tierra bendita”. Así es considerada por muchos la pintoresca localidad guaireña de Paso Yobái, no precisamente por la exuberante vegetación que la rodea, sino por las minas de oro. Aunque el mejor resplandor del mineral solo lo ven unos pocos, principalmente la empresa multinacional que logró la concesión del Estado para la explotación de más de 6.000 hectáreas, la Latín American Mineral SA (Lampa).

En el distrito existen organizaciones que nuclean a pequeños mineros, como la Asociación de Mineros de Paso Yobái, integrada por 150 trabajadores. Es la única reconocida por autoridades locales y nacionales, según el intendente Ronald Vázquez.

Coyuntura. El presidente de dicha asociación, Rubén Aguilera, señaló que los principales desafíos para los trabajadores del sector son el monopolio y la falta de formalización de los mineros de Paso Yobái.

“Acá solo Lampa está legalmente constituida. Las áreas de explotación le concedieron a una multinacional, sobre las propiedades privadas. Intentamos que el Gobierno considere que somos propietarios; sin embargo, la ley establece que todo lo que está bajo tierra es del Estado paraguayo. Luego de varias movilizaciones llegamos a un acuerdo. La empresa nos cede una pequeña área de 110 hectáreas y es allí donde hoy estamos”, comentó.

Sostuvo que varias de esas canteras, ubicadas en la compañía de San Antonio, no están siendo explotadas por llegar a una profundidad considerable, de 25 a 30 metros. Continuar implica mayor presupuesto, necesitan de inversionistas.

“Extraer el oro a profundidad puede ser muy rentable, pero se necesitan retroexcavadora, perforadora y dinamitas. De forma artesanal solo puede servir para la subsistencia. Se puede cavar con pala dos o tres metros, luego por el tipo de suelo, ya no se puede avanzar”, describió.

La arena y piedra extraída es llevada posteriormente a un molino, ya sea artesanal o industrial. Para procesar el mineral se usa mercurio, que en varios de los casos es utilizado de forma indiscriminada. Dicho metal pesado afecta principalmente al sistema nervioso. Con el método artesanal, Aguilera señaló que se logra obtener 15 a 20 gramos de oro, en molinos de mediana escala 100 gramos o hasta 1 kilo, dependiendo de la veta. Sin embargo, según el viceministro de Minas y Energías, Mauricio Bejarano, Lampa declara que la producción fue bajando y en el último año logró obtener apenas 3 kilos.

“No estamos ajenos a que vengan inversionistas, pero necesitamos que trabajen con nosotros, que la comunidad pueda beneficiarse. Están explotando y pueden llevar toda nuestra riqueza natural sin que tengamos participación”, exclamó Aguilera. Al respecto, el jefe comunal dijo que como el acuerdo es estatal, Lampa no genera tributo para el municipio ni para el departamento.

Convenio. Actualmente, Paraguay ratificó el convenio Minamata, un tratado a nivel mundial, que busca reducir el uso del mercurio ante los efectos adversos para la salud humana y el medioambiente.

En dicho contexto, la Secretaría del Ambiente (Seam) inició un programa dirigido a pequeños mineros en Paso Yobái. Comprende el aspecto socioeconómico, salud, ambiente y la parte técnica. Sostienen que el fin es concienciar y reducir el uso de mercurio, formalizar al sector, que no cuenta con licencia ambiental y capacitar para que puedan implementar otras técnicas.


Necesitamos que consideren a la comunidad y no den concesiones solo a las multinacionales. Rubén Aguilera, asociación de mineros.


Descubrimiento del oro tiene un trasfondo amoroso
El amor no siempre es ciego. El descubrimiento de la existencia de oro en Paso Yobái fue por medio del ecuatoriano Antonio Iván Flores Díaz. El hombre fue a pasar el día en un arroyo del lugar, con la novia paraguaya, hasta que observa el mineral en las piedras. “De manera confidencial iba todos los días al arroyo. La gente pensaba que tenía algún problema mental porque siempre estaba con un plato en la mano, que en realidad era para juntar las pepitas de oro”, relató Rubén Aguilera, de la Asociación de Mineros de Paso Yobái.
Según el testimonio, el ecuatoriano juntó cerca de dos bolsas de pepitas de oro y se marchó a su país. Luego le comenta a la novia sobre el tesoro existente. El descubrimiento se difundió rápidamente en la comunidad y al poco tiempo había cerca de 5.000 personas con un plato en medio del arroyo buscando la piedra preciosa.
“Primero se buscaba en los arroyos. Luego llega la multinacional, solicita el área, hace el estudio geofísico y perfora. Hay que reconocer que gracias a la empresa se determinó el área de mayor concentración”. En la zona están vinculados en el rubro de la minería, de manera directa e indirecta, cerca de 7.000 pobladores de los 30.000 habitantes existentes, según la Municipalidad.