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Pasión rubronegra, en las buenas y en las malas

 

Con la 10, Julio César Romero. Con la 9, Raúl Vicente Amarilla. Los colores de la camiseta: rojo y negro. El escenario: Parque Patricios, Buenos Aires, el viejo estadio Tomás Adolfo Ducó. Ahí donde brillaron Carlos Babington y René Houseman.

El 1 de noviembre de 1994, un club del barrio Mbocayaty de Asunción hizo su estreno en copas internacionales contra el Huracán, de Héctor Cúper: Cerro Corá. Romerito y Amarilla serían protagonistas, con la capitanía del Tim y un doblete y una asistencia de Tacuara, de la goleada a domicilio (1-4) del equipo paraguayo sobre el argentino, por la ida de los octavos de final de la Copa Conmebol. El partido de vuelta en Asunción contra El Globo fue derrota 1-2, pero clasificación. En cuartos, Cerro Corá se topó con un coloso del continente: Peñarol. Una espectacular victoria en Asunción (3-1) no pudo ser refrendada en el Centenario de Montevideo, donde el rubronegro cayó con estrépito por 1-6 contra el que sería subcampeón de la competencia.

95 años después de su fundación, la realidad de Cerro Corá es dramáticamente distinta. Hace una década, bajo gerenciamiento, descendió a tercera división. No fue lo peor haberse estrellado en la cuarta y última categoría. Desde 2018 no figura en los registros de ninguna división de la APF. Fue desafiliado.

PRESENTE. Hoy malvive con su predio en permanente amenaza de remate judicial, destinado para otros menesteres ajenos al fútbol. ¿Qué pasó con el club cuyo coqueto estadio lleva el nombre del general Andrés Rodríguez? ¿Qué del club cuyo presidente honorario era otro general, Lino César Oviedo?

Carlos Pérez Garay, presidente desde 1993, tiene una respuesta: la corrupción de la APF y del propio club. Pero ¿cómo comienza todo? “Cerro Corá entra en problemas en 2007, cuando la APF libera el pase de (Javier) Metalero González en forma irregular”, le cuenta a ÚH el dirigente, quien entonces entabló una demanda en la Justicia Ordinaria por los derechos federativos del jugador. El resultado fue que la APF suspendió a Pérez Garay por cinco años como directivo. “Recurro y gano en 2012 el juicio que me repone en el cargo”, informa. Pero mientras tanto, sucedieron cosas: “Se formó una asamblea ilegal que reconoció otra comisión apoyada por José Medina Segalés desde la APF”, dispara. Mientras, la nueva comisión directiva acumulaba deudas, la asociación “guarda el dinero de los derechos televisivos, según documentos en nuestro poder, para que vaya al remate, para que el club no pueda pagar sus deudas”, denuncia. “Nuestra pregunta es dónde está la plata que cancelaba el embargo de Cerro Corá y, por lo tanto, el remate”, finaliza Pérez Garay.


La conexión política en el remate
El abogado de los audios del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, Raúl Fernández Lippmann, mano derecha del también enjuiciado Óscar González Daher, fue miembro de la comisión directiva irregular que, según denuncia Carlos Pérez Garay, fue digitada desde la APF. Más específicamente, tesorero. “Los audios son la prueba de que hay un negociado, como él mismo dice, la prueba de que no va a parar esta gente”, insiste Pérez Garay. Identificado el club con el extinto oviedismo, “se puede presumir de que esta situación tiene sus cuestiones políticas también, hoy manda otra gente”, conjetura Pérez Garay.

USD 4 millones
Cerro Corá tiene cuatro millones de dólares en reclamos por transferencias y formación de jugadores que hasta ahora no fueron efectivizados por la APF, según Pérez Garay. Entre ellos Sergio Patú Fernández, Arnaldo Vera y el todavía activo Antony Silva. “Este se fue a Libertad y a nombre de Paraguay Soccer, es decir, de Horacio Cartes”, completa el presidente del club.

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concursos internacionales tiene Cerro Corá en Copa Conmebol: 1994 y 1997. 1 Torneo República en 1993.

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