por Christian Gadea Saguier
cgadea@uhora.com.py
El Informe Global de Tecnología de la Información, publicado la semana pasada, ubica a Paraguay entre los países menos competitivos del mundo en este rubro. Según el informe del Foro Económico Mundial, que se puede leer en http://www.weforum.org/en/index.htm, nuestro país se encuentra en el puesto 114 de un escalafón de 122 naciones, el último de América Latina.
La tecnología de la información y comunicación (TIC) mide cómo los diversos países pueden utilizar de manera eficiente las herramientas tecnológicas del entorno educativo, comercial, regulatorio y de infraestructura general, así como la disponibilidad de particulares, empresas y gobiernos, para utilizar y aprovechar estos avances.
En este aspecto, con un puntaje de 2,69 Paraguay solo supera a naciones más empobrecidas del África como Mozambique, Lesotho, Zimbabwe, Etiopía, Angola, Burundi y Chad; y de Bangladesh, en Asia.
La competitividad en el área tecnológica es tan mala que Paraguay ocupa el último lugar en América latina por debajo de Bolivia (104), Nicaragua (103), Honduras (94) y Venezuela (83). Los países más competitivos en la región son Chile (31) y México (49).
Países como Argentina (63), Brasil (53) o Uruguay (60) se mantienen en lejanas posiciones. Los dos países más competitivos en tecnología de información según el Foro Económico Mundial son dos naciones escandinavas: Dinamarca y Suecia, que desbancaron a Estados Unidos en este rubro.
Camino al Conocimiento, de manos de las TIC
Las nuevas tecnologías de la información y comunicación designan a la vez un conjunto de innovaciones tecnológicas, pero también las herramientas que permiten una redefinición radical del funcionamiento de la sociedad.
La resistencia al empleo de los medios tecnológicos en las escuelas y el análisis de algunas estrategias educativas aptas para la mejor incorporación de esos recursos en el campo de la enseñanza son temas de sumo interés para quienes tienen la inquietud de que nuestra educación mire al futuro y aborde un proceso de perfeccionamiento permanente.
El término tecnología admite diversas acepciones. En el espacio educativo alude a los medios de comunicación que permiten acceder a la información y al conocimiento, en el curso de actividades de aprendizaje. Los medios principalmente aludidos en ese contexto son la televisión, la computación e internet.
En cambio, la telefonía celular, tan difundida hoy entre los alumnos, por razones justificadas de seguridad, todavía no ha sido incorporada al trabajo productivo del aula y, por lo contrario, suele perturbarlo.
La escuela espera de los recursos tecnológicos que, al proveer información, imágenes y sonidos, sean eficaces contribuyentes en la construcción del conocimiento.
Las demoras en aceptarlos no han respondido solamente a las resistencias que suelen generar las innovaciones. Es evidente que ha sido desigual la presencia de los medios en los establecimientos públicos y privados, ya sea por los costos de adquisición y mantenimiento o por la urgencia de demandas prioritarias a las que tuvo que hacer frente la escuela.
También es cierto que, en muchos casos, alumnos del primario y del secundario aventajaron a los docentes en la aceptación de la moderna tecnología porque nacieron con los nuevos medios, aunque en buena medida las habilidades desarrolladas por los chicos han sido puestas al servicio de la trivialidad. He ahí la cuestión: descartar en el aula el empleo improductivo y aplicarlo al logro de objetivos educativos.
Educación y nuevas tecnologías
La idea es muy sencilla para Bill Gates, quien afirmó en una visita a Colombia que “todos deben poder acceder a internet para buscar trabajo, capacitación u oportunidades de empleo.
Podemos hacerlo a través de una mezcla de (conexiones digitales en) escuelas, bibliotecas, y centros comunitarios”, señaló.
Gates considera que Latinoamérica necesita tener metas ambiciosas en el acceso a tecnología e internet de banda ancha. Asegura que una forma es hacerlo a través de escuelas y universidades, duplicando el número de ordenadores personales y creando centros comunitarios con conexiones de internet para los más pobres.
Al evaluar la “brecha digital” en América Latina, aunque el problema es el mismo hay algunas distancias entre los países.
Si comparamos todos los países de Centroamérica y Sudamérica están en una situación similar, aunque se puede hablar de diferencias. Tenemos países como el nuestro que están muy atrás, mientras en otros como Chile hay un trabajo que ha funcionado en general.
A diferencia de Chile, Paraguay es uno de los países de la región más rezagados en acceso a tecnologías de la información, internet y conexión a través de banda ancha.
Entre los países mejor posicionados en penetración de banda ancha, Chile aparece con un 4,3 por ciento; Argentina y México, el 2,2 por ciento; Brasil y Uruguay, un 1,8 por ciento; Venezuela, el 1,3 por ciento; Perú, el 1,2 por ciento; y Colombia y República Dominicana, el 0,7 por ciento.
Nuestro país se encuentra entre las naciones con menor desarrollo de internet de alta velocidad con 0,1 por ciento, superado inclusive por El Salvador, con un 0,6 por ciento de penetración; Panamá, el 0,5 por ciento; Ecuador y Nicaragua, con un 0,2 por ciento, según los datos de la ONU.
Países rankeados 2006-2007
Fuente: Informe del Foro Económico Mundial que se puede leer en http://www.weforum.org/en/index.htm