La ONG Transparencia Internacional dio a conocer ayer su nuevo sondeo del índice de Percepción de Corrupción (IPC). La calificación de Paraguay es de 2,1 puntos, lo que sitúa al país como el más corrupto del Mercosur y el segundo más corrupto de América Latina.
Los resultados de estas encuestas fueron ponderados mediante fórmulas estandarizadas, obteniendo un puntaje determinado sobre la escala de 1 (muy corrupto) y 10 (nada corrupto). Como mínimo, un país tuvo que ser analizado por tres encuestas, pero Paraguay fue abarcado por cinco encuestas.
ESTAMOS MAL. Si se observan las posiciones en el Mercosur, la percepción ubica a Uruguay con 7,1, Brasil 4,3, Argentina 3,1 y Paraguay 2,1. En América Latina Paraguay ocupa el segundo lugar en corrupción, un poco por encima de la Venezuela de Hugo Chávez Frías, con 1,9 puntos.
La actual calificación del Paraguay de 2,1 puntos ubica al país en el rango 154 de los 180 países analizados. Con ello la calificación es menor que en 2007 y 2008, cuando las calificaciones se habían mantenido en 2,4. La posición presente es la misma que la obtenida por Paraguay en el año 2005.
En un inicio, el país estaba entre los países más corruptos del mundo. En 2002, solamente Nigeria y Bangladesh habían sido peor calificados. Entre 2004 y 2005 se lograron notables progresos en la calificación e incluso se alcanzó 2,6 puntos en el 2006 y una ubicación de 11 entre los 163 países analizados en aquel entonces.
HAY RETROCESO. La encuesta de Transparencia deja constancia de que el Paraguay empeoró en lo relativo a percepción de corrupción. En el 2008 obtuvo 2,4 puntos, pero en la encuesta realizada entre 2008 y 2009 apenas alcanzó 2,1 puntos, inferior al valor último. Es decir, hay retroceso.
De los países latinoamericanos, solo Chile y Uruguay, con 6,7 puntos cada uno, y Costa Rica, con 5,3 puntos, logran superar la crítica barrera de los cinco puntos, dijo la presidenta de Transparencia Internacional en Alemania, Sylvia Schenk.
“Todo lo que esté por debajo de 5 puntos es malo”, agregó Schenk, que lamentó que la mayoría de los 180 países analizados no alcancen a estar por encima de esa frontera.
Las mejores notas en el índice las reciben países como Nueva Zelanda, Dinamarca o Suecia lo que, según Transparencia, dan muestra de los resultados de la “estabilidad política, una larga tradición de mecanismos para la solución de conflictos e instituciones sólidas”.
Las peores calificaciones, en cambio, las reciben países como Somalia, Afganistán, Sudán e Irak, que han sufrido duros conflictos y carecen de instituciones sólidas, lo que suele llevar, según Schenk, a que “la corrupción se salga de control y se refuerce el saqueo de los recursos públicos disponibles”.