10 feb. 2025

Para que sea una fiesta de la democracia todos debemos votar

A 34 años de la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner, Paraguay acude mañana una vez más a las urnas para elegir un nuevo Gobierno. Los ciudadanos deben tener muy presente que cada voto cuenta, cada voto vale y que la participación es esencial para el sistema democrático. Para que estas elecciones sean una verdadera fiesta de la democracia todos debemos mantenernos vigilantes para evitar que nadie empañe la celebración, que no se comercie con los votos y que ya nadie manipule el proceso ni la voluntad popular.

Desde que reconquistamos la democracia tras una larga y nefasta dictadura, las de mañana domingo serán las octavas elecciones sucesivas, libres y participativas que tendremos los paraguayos. Este es un registro importante de remarcar considerando nuestro pasado convulso y de gobiernos autoritarios.

El ciudadano tiene derecho a participar con el voto para elegir su Gobierno, acudir a votar es acto trascendental pues supone asumir la responsabilidad y sobre todo no permitir que otros decidan, y no renunciar al derecho de poder incidir en el futuro de la nación. También supone una obligación cívica, y es que la elección que hagamos debe ser a conciencia, en libertad y sin presiones.

Este 30 de abril vamos a elegir a quienes en los próximos cinco años tomarán decisiones sobre la administración del Estado, sobre nuestras vidas y sobre el bienestar de la población. Por eso debemos vencer la pereza o el descreimiento y acudir como ciudadanos comprometidos a emitir el voto; y al participar de la práctica democrática debemos hacerlo de manera madura, teniendo la certeza de que nadie puede condicionar nuestra elección, nadie puede coaccionar nuestras decisiones.

Como advirtiera recientemente Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé, “El ir a votar no significa hacer política ni hacer favor a ningún partido. La votación es un acto cívico que construye soberanía. O sea, construir la base del poder ciudadano. Si no acudimos para votar, otros lo harán por nosotros”, afirmó.

El sufragio, según la Constitución Nacional, es un derecho, un deber y función pública del elector; es la base del régimen democrático y representativo, y está fundada en que el voto es universal, libre, directo, igual y secreto. Este es un derecho y deber político fundamental para nuestro sistema democrático. Y es precisamente por eso que todos los paraguayos deberemos estar atentos y convertirnos en guardianes de la democracia ante los embates de quienes pretendan marcar falsos resultados, con bocas de urnas tendenciosas para inclinar la balanza hacia uno u otro lado. Debemos mantenernos atentos ante las noticias falsas.

En la consciencia de cada ciudadano estará la decisión de no caer en la tentación de vender su voto. Para eso sería muy útil el ejercicio de la memoria, recordar que en los tiempos duros no tan lejanos de la pandemia hubo quienes abandonaron al pueblo en los pasillos de los hospitales, sentado en una silla ante la falta de camas de terapia y que lo que nos salvó fue la solidaridad de la gente. Recordar también a aquellos que teniendo el poder en sus manos prefirieron aprovecharse de la situación y obtener beneficios propios, robando el dinero público en un momento de crisis. En el cuarto oscuro debemos recordar a aquellos que en los momentos de necesidad eligieron la corrupción y la deshonestidad. Vender el voto es renunciar a tener opinión y decisión propia, y al mismo tiempo es ser cómplices de aquellos que solamente piensan en sus propios intereses.

Cada voto vale, cada voto es importante. Otorgarle el valor que se merece dependerá de cada uno. Particularmente de la gran masa de jóvenes que hoy integran el Registro Cívico Permanente, según el cual, del total de electores habilitados, el 31% son jóvenes de entre 18 y 29 años de edad, lo que constituye una fuerza electoral de 1.489.501 votantes. Estos paraguayos jóvenes tienen en sus manos elegir el gobierno que puede hacer posible que tengan salud pública, acceso a una educación de calidad, trabajos dignos y oportunidades.

El llamado al voto responsable y comprometido es para todos los paraguayos, a que participen y se involucren, porque de esto va a depender la calidad de nuestra democracia.