La arteria, que es paralela a la avenida Mariscal López y que, a la vez, se conecta con las rutas 1 y 2 a través de calles vecinales mejoradas, se había adjudicado hace cuatro años al consorcio EDB Construcciones SA por. 127.166 millones de guaraníes en el 2014 (USD 23 millones al cambio actual), pero culminó a un costo inflado de 152.166 millones de guaraníes, justamente por imprevistos del proyecto original.
“Lo que hay ahí es un mayor volumen de obras a los mismos precios unitarios porque arrancamos de un proyecto que tenía cinco años de antigüedad y lógicamente durante ese lapso, como se trata de un área urbana, las condiciones de trabajo cambiaron atendiendo a que los municipios seguían autorizando la construcción de viviendas en el lecho de arroyo que con las lluvias se inundaban”, expresó el ministro.
Continuó: “Ante esta situación, como los municipios no se hacen responsables de sus decisiones, el MOPC tuvo que ampliar el proyecto para dar una respuesta efectiva a la ciudadanía”, puntualizó.
Reiteró que el proyecto fue recibido de la administración anterior y que si bien no era un mal proyecto, estaba totalmente desactualizado, ya que pasaron los dos años de vida útil de un proyecto.
El ingeniero Enrique Chamorro, de la empresa EDB, que estuvo a cargo de la obra señaló que los sobrecostos surgieron de imprevistos descubiertos ya en el proceso de construcción.
“Al iniciar una excavación, nos encontramos con un tipo de suelo, diferente del que estaba en el proyecto o de repente se necesitó tener una mayor cantidad de agua donde se encontraba un aporte nuevo de agua, una cuenca o arroyo nuevo que se está incorporando a la zona o una zona de descarga. Por ejemplo, toda el agua de la zona de la Curva de la Muerte viene y se incorpora a lo que es el sistema hidráulico hacia el Itay. Así se estaban generando imprevistos que no estaban en el diseño”, expresó.