El Pontífice afirmó al semanario católico belga “Tertio” que expandir la desinformación es “probablemente el mayor daño que pueden hacer los medios” y que usar las comunicaciones para este fin en lugar de usarlas para educar a la gente equivale a un pecado.
Usando términos sicológicos precisos, afirmó que los medios centrados en los escándalos se arriesgan a ser presa de la coprofilia –excitación por los excrementos– y que los consumidores de estos productos se arriesgan a cometer coprofagia –comer excrementos–. El Papa pidió perdón por recurrir a estos términos para ilustrar su punto de vista al responder a una pregunta sobre el correcto uso de los medios.
“Creo que los medios deben ser muy claros, muy transparentes, y –sin intención de ofender– no caer en la enfermedad de la coprofilia, que es querer cubrir siempre escándalos y cosas desagradables, incluso aunque sean verdaderas”, afirmó. “Y como la gente tiene tendencia a la enfermedad de la coprofagia, se puede hacer mucho daño”, dijo.
También habló del peligro de usar los medios para difamar a los rivales políticos.
“Los medios de comunicación tienen sus propias tentaciones. Pueden ser tentados por la calumnia y ser usados, por tanto, para difamar a la gente y calumniarla, sobre todo en el mundo de la política”, señaló. reuters