En una comunicación telefónica realizada en la mañana de ayer, Hirokazu Ota, presidente de la empresa Victoria SA, secuestrado el domingo pasado, pidió a uno de los administradores de la firma que negocie con los captores su liberación y de la secretaria Tawako Takayama, cuyo monto de negociación inicial es de 150 mil dólares, según el encargado de despacho Aoki Kenjiro.
En su contacto, mediante la utilización del teléfono celular de los captores, Ota aseguró que está en perfectas condiciones y, para tranquilidad de los familiares, los otros secuestrados están en las mismas condiciones que el oriental.
COLECTA. Ante la petición del presidente del Consejo de Victoria SA, las otras autoridades de la empresa inmediatamente se pusieron en campaña para solicitar a las filiales de la secta Moon en América y Asia una colaboración económica para pagar el rescate, a sabiendas de que Hirokazu Ota es uno de los pastores de la congregación religiosa.
Según Kenjiro, el Gobierno de Japón está en conocimiento del caso y ya se puso a disposición para cualquier ayuda, que se realizará vía Embajada, con sede en Asunción.
Para los próximos días se espera la primera parte de las colaboraciones económicas para el pago del rescate, ya que la empresa se sustenta a través de donaciones.
TERCERA VEZ. Con la comunicación telefónica, producida ayer, fue la tercera vez que el presidente de la firma japonesa se puso en contacto con sus empleados. Según Kenjiro, las llamadas fueron hechas el domingo, el lunes y ayer.
Al decir del encargado de despacho de la firma, el secuestrado se dedica más al trabajo pastoral que a la propia empresa; por lo tanto, no mueve tanto dinero como se imaginan los captores.
Ota también comentó en su contacto que los otros secuestrados están tranquilos, pero que a medida que vayan pasando los días, ya sienten cierta tensión, así como él.
El esposo de la secretaria de la empresa, Kasunori Yamaguchi, comentó también sobre la colecta que están realizando para completar el monto solicitado por los captores. El oriental dice que se sintió aliviado tras la noticia de que los cuatro secuestrados están bien, tras una larga angustia desde el día del cautiverio.
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“Nancy nada tiene que ver en esto”
“Solo pedimos a los captores que liberen a Nancy, porque ella nada tiene que ver en esto”, pidieron los familiares de Nancy Giménez, secuestrada junto con su novio, el oficial de policía Rafael Ramos, el domingo pasado, cuando venía a Asunción de Pastoreo, y presenciaron el plagio de los japoneses.
La hermana y el padre de la secuestrada, Miselli y Pedro Giménez, respectivamente, manifestaron que desean saber algo de Nancy y de su novio. “Queremos que los captores nos den una señal de que ambos (Nancy y Rafael) están bien”, dijo Miselli.
“Ese día tendrían que pasar por la Basílica de Caacupé para cumplir con la promesa por el aniversario de siete años de noviazgo que cumplieron, pero que se vio frustrado”, mencionó el padre.
La secuestrada es docente del cuarto grado de la Escuela España, de San Lorenzo. Junto con su novio estaban equipando la casa que ya habían terminado con el proyecto de casamiento que tenían con su prometido.
Los tres hermanos de Nancy: Miselli, José María y Mario, se mostraron muy preocupados.