17 jun. 2025

Optimismo triguero se oscurece con el contrabando

El sector triguero inició su nueva temporada en medio de optimismo por la recuperación de la soja y preocupaciones, sobre todo por el incremento del contrabando de harina, principalmente desde Argentina.

Durante el lanzamiento de la siembra 2007, los productores solicitaron al Gobierno que no abandone las investigaciones agrícolas. El evento se desarrolló ayer, en Santa Rosa del Monday (Alto Paraná). Luego, se hizo la siembra simbólica del cereal, en la cooperativa Unión Curupayty, anfitriona en la jornada.
El presidente de la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod), Gustavo Sawatzky, reclamó que existen situaciones sobre las que se deben llamar la atención a las autoridades. Entre estas, el contrabando masivo de la harina, “que conspira contra la industria local, desalienta al productor y genera toda una cadena de situaciones delictivas asociadas”.
Resaltó que aguarda la respuesta efectiva del Gobierno: “Esperamos medidas enérgicas para eliminar definitivamente al contrabando, que tanto daño ha causado al país y que constituye una de las maneras más perversas de robar al pueblo y al Estado”. Sawatzky alertó que un molino ya debió cerrar este año por esta situación.

DISTORSIÓN. El presidente de la Cámara Paraguaya de Molinos (Capamol), Francisco Milciades González, también abordó este aspecto. Expuso que “políticas de origen externo han afectado a la demanda de los productos de la molinería nacional, alterando significativamente la comercialización de productos de la harina del trigo”.
En otro momento destacó: “Nos referimos al masivo ingreso ilegal y comercialización en el mercado nacional de productos de origen argentino que han distorsionado la competencia a nivel local, por el subsidio que reciben nuestros pares en su país y por la forma de ingreso de sus productos sin el pago de los aranceles aduaneros correspondientes, sumados a la falta de control de calidad de los referidos productos en detrimento del consumidor final nacional”.
Los productores reiteraron el pedido de no descuidar la investigación agrícola. Para el caso del trigo por los desafíos que existen y por la necesidad de contar con materiales buenos en producción y que otorguen garantía sanitaria, ante el aumento de plagas y enfermedades.

El objetivo

Este año la meta es mantener una superficie de 300.000 hectáreas, aunque no existe plena confianza en ello. La intención de los trigueros es lograr un mínimo de producción de 600.000 toneladas. El mercado local consume 350.000 toneladas, el resto se exporta.