El documento también fue enviado al presidente de la Asamblea de la ONU; al Secretario General de la OEA; a la Unión Europea; a la embajada de EEUU en Paraguay y a Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción. También informaron al Senado y a su titular, el colorado Óscar Salomón.
En el texto, los parlamentarios acusan los preocupantes daños a la democracia, al estado de derecho y a los valores representativos de libertad, igualdad y fraternidad “irrenunciables en una República”, y solicitan la solidaridad internacional ante el avance de un autoritarismo “no pocas veces respaldado por la narcopolítica y la burocracia política construida sobre la base de prebendas y privilegios”.
Los legisladores recuerdan que desde hace años vienen advirtiendo de una serie de muestras de comportamientos antidemocráticos y de intolerancia para con las minorías en la Cámara de Diputados, cuyo único fundamento es la conformación de mayorías coyunturales integradas por quienes han reducido a la democracia paraguaya “a un simple cálculo aritmético sin apego a las normas reglamentarias, legales y constitucionales”.
“Es importante señalar, que más allá de las coincidencias y divergencias con las opiniones de un legislador, marca un claro punto de inflexión el hecho de sentar este peligroso precedente de sanción disciplinaria que, sin duda alguna, atenta contra la libre expresión del pensamiento y destierra de nuestro ordenamiento jurídico la inmunidad parlamentaria de la cual gozamos los congresistas”, se lee en la misiva que firman Sebastián García, Sebastián Villarejo, Jorge Brítez, Carlos Rejala, Tito Ibarrola, Kattya González, Norma Camacho y Rocío Vallejo.