La oferta de crédito para la ciudadanía, en general, es cada vez más limitada, según se desprende del Informe Nacional sobre Desarrollo Humano “Equidad para el desarrollo-Paraguay 2008", del PNUD, que elaboró un análisis al respecto.
En el capítulo “Las desigualdades y la calidad del crecimiento económico”, refiere que en 1994, el financiamiento desembolsado por el sistema bancario al sector privado equivalía al 25% del PIB, pero en 2007 se redujo al 16,5% de la producción nacional.
“Las escasas oportunidades de financiamiento se agravan por la brevedad de los plazos de créditos, que difícilmente superan un periodo de tres años”, puntualiza el documento del organismo.
Las oportunidades de producción facilitadas por el mercado de capitales se redujeron -de acuerdo al análisis- a la mitad en una década. Se agravan así las desigualdades entre quienes tienen acceso a crédito y quienes no, perjudicando el ritmo económico de las personas.
La desigualdad de oportunidades de financiar un crecimiento por medio del crédito bancario se profundiza allí donde no existen alternativas de financiamiento; mientras que ante la ausencia de crédito bancario que afecta a los hogares paraguayos, éstos apelan como principal fuente de financiamiento al crédito de familiares y amigos, de acuerdo con el documento.
UNIDAD PRODUCTIVA. Al hacer referencia al sistema y metodología de labor que despliega la población, el análisis afirma que tres de cada diez trabajadores en Paraguay desarrollan su actividad remunerada solos o son empleados domésticos, y alrededor de cinco se desempeñan en micro o pequeñas empresas, de diez o menos trabajadores. “Así, cuatro de cada cinco unidades productivas cuentan con escasas posibilidades de implementar economías de escala”, según concluye.
El informe del PNUD también sostiene que un sector privado dinámico e innovador necesita que las barreras (administrativas o legales) sean mínimas para interrelacionarse con los demás mercados (laboral, de bienes, financiero, etc.), acceso a financiamiento y garantías eficientes de propiedad y la vigencia de la ley.
“En Paraguay, el desigual acceso al financiamiento constituye un obstáculo importante para la igualdad de oportunidades empresariales”, refiere el escrito.
ALIMENTOS SUBIERON 37%
Si bien la tasa de inflación general en los últimos años se mantuvo en niveles moderados, en un promedio inferior al 10%, los alimentos se incrementaron alrededor de 37%, siendo éste el principal rubro de gasto de las personas en situación de pobreza.
Este dato aportado por el PNUD en el país se traduce en que las personas en extrema pobreza, con sus ingresos, no logran siquiera financiar una canasta básica de alimentos.
Esta situación empeoró en los últimos años: por ejemplo, en 2005 en Asunción el ingreso de la población en situación de extrema pobreza cubría el 73% de los alimentos, mientras que dos años después solo llegó a cubrir el 66%, según refiere el documento.
En tanto que las políticas de asistencia social, como las transferencias monetarias condicionadas, pierden en esencia su eficacia porque la inflación reduce su capacidad adquisitiva.
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