Los verdaderos culpables
El drama de la falta de empleo en el país es, sin duda, un problema de varias aristas, y, por lo que leemos en la prensa y vemos en los noticieros de tevé, alcanza cada día mayores proporciones sin que el gobierno de Nicanor Duarte Frutos se dé por enterado.
Cuando leo y veo el drama que significa la separación de las familias, sobre todo para los niños y adolescentes, sufro con los que se van y con los que aquí quedan.
Pero, hoy al leer las declaraciones de una señora deportada de España quien comentó que algunos paraguayos deportados como ella, dijeron:"Si en el Paraguay le vemos a un español, le vamos a tirar piedras”, quiero hacer algunas reflexiones.
Estas personas van como “turistas” o sea, ya salen del país, con la intención de entrar a España con una mentira, que, a veces les resulta y otras no.
La mayoría de este tipo de “turistas” saben los riegos que corren y aun así deciden dar ese paso.
Por eso creo que antes que tirar piedras a los españoles en Paraguay, deberían organizarse y tirar piedras a los que no implementan las políticas necesarias para que cada paraguayo, sea rubio, moreno, gordo o flaco, alto o bajo pueda tener las 3 cosas que ellos van a buscar: trabajo, salud y educación para sí y para sus hijos.
Deberían tirar piedras a los que roban los medicamentos del IPS, a los que roban el vaso de leche a miles de niños, a los que roban los kits de parto a tantas mujeres campesinas y trabajadoras, a los que se pasean en lujosas camionetas de vidrios oscuros y van de un mitin político a otro, y lucran con la ignorancia y el hambre de este pueblo.
Los españoles, los de España y los que viven en este país, no son culpables de nuestra desgracia.
Los culpables somos nosotros mismos por no saber organizarnos –sin importar credo, categoría social o partido político– y así exigir al Gobierno y a nuestros políticos lo que vamos a buscar a otros países, dejando atrás a nuestra familia.
María Otto
C.I. 299.133