24 ene. 2025

OPINIÓN PÚBLICA

¡Qué lástima, Colorado Gamarra!
El caso de Carlos Gamarra es especial. Un hombre de humilde cuna, excelente jugador de fútbol, cerrista confeso, iniciado desde muy joven en las inferiores del club, nombrado embajador del Cerro Porteño en el exterior, mimado, amado, glorificado y hasta casi venerado por su gente, esa gente humilde como él lo fue, esa gente que llena las graderías norte preferentemente. Sin embargo, hoy y con mucha sorpresa, y como agradecimiento a tanta admiración e idolatría, ficha justamente por el rival acérrimo del ciclón.
¿Pensaste, querido Colorado, el daño que estás haciendo? ¿Te ubicaste siquiera un instante en el cuero de todos aquellos cerristas que siempre te hicieron el aguante? ¿Aquellos que te defendieron a capa y espada cuando fuiste atacado por ex compañeros? ¿Aquellos que votaron por tu presencia en el último Mundial, a pesar de que ya no eras el gran jugador, porque sencillamente los años no pasan en vano?
Con el respeto que te mereces y con el dolor en el alma que hoy siento junto a miles de cerristas que tanto te quisimos y defendimos, te quiero decir, gran capitán: ¡Qué ingrato sos, qué pronto te olvidás de todo!
Sé que sos profesional. Es más, un gran profesional, por lo tanto, quien más te paga, de hecho te llevará. Pero, sin embargo, me pongo a meditar, y creo que tu futuro lo tenés asegurado, y por un mejor contrato, o por unas nuevas amistades, según declarás, jamás habrías tenido que torcer tus convicciones si realmente sos cerrista, como siempre pregonaste.
¿O será que tienen razón tus detractores, entre los que están ex compañeros tuyos? Respeto tu opinión de que los dirigentes de tu “nuevo” club son muy serios, pero como ex directivo del Cerro Porteño conozco perfectamente a las actuales personas que componen la directiva del club, y, te aseguro, querido Colorado, que a ellos les sobra seriedad también, y, finalmente, si algún problema tuviste con algunos de ellos, ¿qué culpa tenemos quienes tanto te hemos apreciado y defendido?
Ganaste, viejo, ganaste un puesto en una gran institución como lo es el Olimpia. Pero también perdiste, y creo firmemente que perdiste y grande, porque miles de corazones azulgranas que siempre palpitaron admiración hacia tu persona hoy sentimos la traición de un hijo pródigo, y no olvides que la vida sigue y detrás de un gran jugador de fútbol seguirá viviendo una persona, en este caso Carlos Gamarra, y, pronto, cuando seas un ex, un ciudadano común, varias caras te retacearán lo más preciado en un ser humano, el cariño y la amistad, y allí recién evaluarás lo triste de tu decisión actual.
Por último, querido Colorado, te deseo éxitos, porque te lo mereces, y pido a Dios que nunca te arrepientas por esta acción, porque te aseguro que lo vas a lamentar y mucho, y si me equivoco el tiempo lo dirá.

Lic. Eduardo A. Burgstaller Muñoz
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La caída del coloradismo

Unos días atrás, el presidente Nicanor Duarte Frutos dijo que si el Partido Colorado es desalojado del poder, esto traería caos y destrucción en el país, refiriéndose a la posible candidatura del ex obispo Fernando Lugo para la presidencia de la República 2008, por medio de la Concertación.
Ante este presagio, si llegara a suceder tal caso, no sería otra cosa que el caos siga vigente en este país, porque durante las seis décadas ininterrumpidas del gobierno colorado, este país viene nadando en un mar de caos.
Solo a modo de ejemplo, podemos mencionar el constante aumento de la cantidad de los pobres, de los niños de la calle, de los enajenados mentales que proliferan por la calle, la desocupación laboral, la desatención en los hospitales públicos, la falta de medicamentos y elementos para el tratamiento de los enfermos, la carestía de vida, de los impuestos, sin importar el grado de insolvencia de la gente, la deforestación, la contaminación ambiental, la depredación de tierra nativa, obligando a los indígenas a deambular desahuciados por todos lados, la clausura injustificada de los diarios ABC Color, Última Hora y el semanario el Pueblo, como así también una justicia cada vez más enclenque.
Razones por las cuales la gente busca un nuevo hombre, que pueda tener más interés de encauzar mejor el destino de este sufrido país.
Calixto Rojas

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Violación de derechos de la niñez en la TV

A la hora del noticiero nocturno, fue en el Canal 9, Sistema Nacional de Televisión. La información presentada era, una vez más, la historia de una niña abusada por su padre biológico. Un grave delito, una gran perdida del valor familiar, del amor filial. La violación es un delito, grave, y quien la cometiera debe ser penalizado como establece la ley. Punto. El proceso judicial debe seguir en este y otros casos.
Pero, una vez más, el mencionado canal de televisión violó los derechos de la menor. ¿Cómo? Llevaron a la niña a uno de sus estudios. Fueron con ella parientes, amigos, hermanitos y amiguitos. Era para una denuncia a través de la TV.
La escena. En primer plano, la voz de la relatora contando los hechos. En el fondo, con una imagen desdibujada tenuemente, la niña. Una recorrida de la imagen por la mano, los pies, hasta el busto. Luego, la toma de atrás mientras la niña cuenta los pormenores de su tragedia. La periodista pregunta. Un silencio. La menor cae desmayada. La cámara sigue los hechos. Enfoca a la niña en el suelo, sin desdibujar la imagen. Acuden a socorrer a la niña caída un montón de personas, el guardia de seguridad, y quién sabe quién más. Todos los rostros se ven por televisión. Sin ninguna deformación para proteger la identidad de la niña abusada. La recuestan en un sofá. Ella sigue siendo la protagonista, con unas imágenes levemente deformadas. La vecina o la madre, pero alguien cercano, declara los hechos ante la cámara. Por fin, después de mucho tiempo termina la información. A otro tema, anuncia el presentador.
¿Qué pasa con los medios de comunicación? ¿O con las personas que manejan la información o quienes están dirigiendo los medios? ¿Por qué exponer a la niña ante una nueva violación? ¿Dónde está la ética del medio, la ética periodística? Pero, ¿dónde están los jueces del menor o las autoridades del menor?
Está prohibido, sin medias tintas, prohibido, exponer a un menor o una menor al público de este modo. Así dice la ley 1680/01, en su artículo 29. Por si a alguien le sirva esto dice la ley: “De la prohibición de la publicación. Queda prohibido publicar por la prensa escrita, radial, televisiva o por cualquier otro medio de comunicación, los nombres, las fotografías o los datos que posibiliten identificar al niño o adolescente, víctima o supuesto autor de hechos punibles. Los que infrinjan esta prohibición serán sancionados según las previsiones de la ley penal”.
¿Hasta cuándo seguirán infringiendo la ley los medios de comunicación? ¿Cuándo los periodistas dejarán de violar de nuevo a las violentadas?
Es posible que no sea el único medio televisivo que viola el Código de la Niñez y la Adolescencia; pero, si una jueza o juez del menor no actúa en este caso, lo mínimo que debe hacer es renunciar al cargo por inepto, ciego y sordo. ¿Y, nosotros ciudadanos, televidentes, qué nos toca hacer?

Óscar Rubén Cáceres Jiménez