La decisión fue adoptada en la primera teleconferencia mensual que los ministros del sector de los 23 países del grupo celebran después del viaje a mediados de julio del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a Arabia Saudí.
Biden hizo esa visita al mayor exportador mundial de crudo con la esperanza de conseguir un incremento sustancial de los suministros petroleros que contribuya a rebajar los precios, disparados por la guerra en Ucrania y las sanciones de Occidente a Rusia.
También Francia, la Unión Europea (UE) y la Agencia Internacional de la Energía (AIE) han pedido a la OPEP que ponga más crudo en los mercados internacionales.
MÍNIMO HISTÓRICO
Así las cosas, en los mercados se especulaba con que Riad podría impulsar en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que lidera, un aumento moderado de la oferta de “oro negro”, semejante a los adoptados cada mes desde agosto del año pasado, de entre 400.000 y 600.000 barriles diarios (bd).
En esa dirección se manifestó el ministro de Energía kazajo, Bolat Akchulákov, poco antes de participar en la teleconferencia, al abogar por abrir los grifos para evitar un recalentamiento del mercado.
“Hoy, como saben, el precio (del barril de crudo) no es de 20 o 30 dólares, sino en torno a los 100 dólares. Es un muy buen precio. Ahora, por el contrario, se trata de que quizás haya que aumentar la extracción para no recalentar esta vez la demanda”, dijo.
Consideró que en la situación actual “una horquilla de entre 60 y 80 dólares por barril es aceptable para los productores de petróleo” y viable para la economía mundial. EFE