La organización envió este martes una carta abierta al presidente Lugo pidiendo que “salve a un pueblo indígena aislado”, refiriéndose a los ayoreo totobiegosode, único pueblo indígena aislado de Latinoamérica que vive fuera de la Amazonia.
“Survival le insta a detener la deforestación de la tierra de los totobiegosode y a reconocerles como los propietarios legales. Le pedimos que su Gobierno se convierta en un ejemplo para otros en todo el mundo en su actitud y política respecto a los pueblos indígenas aislados”, solicita la organización.
“Los indígenas aislados ayoreo totobiegosode dependen por completo del bosque en el que viven. Destruirlo significa destruir sus hogares y huertos, sus mercados, supermercados, tiendas, oficinas, calles, bibliotecas, museos y cines de un plumazo. Arrasarlo supone destruir su modo de vida, para siempre”, añade la misiva.
Según la denuncia de Survival, la tierra de este grupo de nativos está siendo destruida por los terratenientes brasileños de Yaguareté Porá S.A., pese a que el Ministro del Ambiente de Paraguay les retiró en su momento la licencia para trabajar en la región.
“Yaguareté también ha impedido a representantes del Gobierno el acceso a la zona y niega públicamente que esté actuando de forma ilegal”, apunta la organización en la carta remitida al titular del Ejecutivo.
Sostiene que el gobierno al no conseguir detener la destrucción de la tierra de los totobiegosode, está violando un derecho internacional tal y como recoge el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
PROMESA DE LUGO. En la carta, la organización además recuerda al jefe de Estado la promesa que hizo en relación a los pueblos indígenas y sus territorios cuando fue elegido presidente.
“Estas tierras, de ahora en más, no solo serán sagradas para su cultivo, para su cultura sino - valga la figura- sagradas también para la aplicación de la ley. Ningún blanco que negocie tierras indígenas, que los humille o los persiga tendrá la misma impunidad que tuvo siempre. El delito contra un indígena debe dejar de navegar en las aguas de la impunidad”, fue lo que había dicho Lugo a poco de asumir.