“Aún pueden contagiar a otros después de que dejen de sentirse mal, por lo que las medidas de aislamiento deben prolongarse al menos dos semanas después de que los síntomas desaparezcan”, sostuvo ayer Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, en el marco de una conferencia de prensa en Ginebra.
Tedros, médico de origen etíope, posó la mirada especialmente a la situación de quienes se recuperan de la enfermedad en sus casas. En esos casos —dijo— quienes los cuiden tienen que ser personas con buena salud y no pertenecientes a grupos de riesgo, han de lavarse las manos tras entrar en contacto con el paciente y no se debe permitir ninguna otra visita.
“Cuidar personas contagiadas en casa puede poner a personas de una misma familia en riesgo, así que es crítico que los cuidadores sigan las pautas de la OMS para brindar los cuidados más seguros posible”, afirmó. Tanto el paciente como el cuidador —refirió— deben llevar mascarilla cuando estén juntos en una misma habitación y que el enfermo ha de dormir en un cuarto separado del resto y usar un baño distinto.
El director de la OMS reconoció que algunos países ya han superado la capacidad de atender a todos los pacientes en instalaciones sanitarias.