Se trata de un ingeniero comercial de 43 años que ya tiene un extenso prontuario. Estuvo procesado por terrorismo bancario y estafa y recientemente fue señalado como un usurero con las mismas prácticas que Ramón González Daher, a quien se lo vincula.
Oleñik habría formado parte de varias estructuras societarias a través de las cuales adquirió bienes inmuebles de alto valor económico, vinculados a la organización.
Algunas de las firmas serían Anuaki SA,Cepagro SAECA y Arenales Paraguayos SA.
Conversaciones mantenidas entre Luan Pavão y un hombre identificado como Adrián Brizuela (otro detenido), que llegaron a manos de los investigadores, revelan que Carlos Oleñik habría ayudado a salvar la estancia Cristo Rey, y que tendría un gran aprecio por el jefe, Jarvis Chimenes. El ahora detenido habría gestionado títulos y realizado pagos para la estructura criminal.