Esto durante la homilía vespertina del noveno día del novenario de la Virgen de Caacupé, en la que se tuvo como tema: “Jesús llama a los jóvenes a ser fermentos de la cultura del perdón y de la reconciliación”.
El religioso dijo que el perdón y la reconciliación son muy profundos, no es fácil porque recordamos ofensas y agresiones que nos hicieron y que cometimos. Invitó a los jóvenes a ser una Iglesia que siente y que piensa en los demás, considerando a las personas que vivieron violencia, en las vidas quebradas, en los niños que sufren maltratos y abusos. También se centró en la violencia contra la mujer.
“El 25 de noviembre vivimos una manifestación de mujeres. Reconozcamos la experiencia que revela esta protesta, las violaciones, agresiones muertes. Sintamos el dolor”, dijo del obispo.
Además, recordó a los jóvenes que tienen la misión de reconstruir la humanidad y que esto solo se logra con el perdón y la reconciliación
Sostuvo que la juventud pertenece a una generación hiperconectada y tiene la capacidad de conectar con los demás sin juzgar, de valorar la tolerancia. Porque no le asusta la discrepancia la diversidad.
“Los jóvenes nos pueden ayudar a relativizar los moldes caducos y fanáticos para ver a la persona como persona”, señaló el obispo de San Pedro.