Esto en la misa central del tercer día del Novenario de la Virgen de Caacupé en la Basílica Santuario, que tuvo como tema La mujer en la vida y misión de la Iglesia.
El obispo enfatizó el gran dolor que genera la violencia contra las mujeres, el machismo eclesial, social y cultural, como así también los feminicidios. ‘‘Nos duele profundamente la violencia intrafamiliar a la cual muchas a veces nos hemos acostumbrado’’, señaló.
En Caacupé -dijo- es fácil darse cuenta de que después de Jesucristo, una mujer -María - ocupa el lugar más alto en la Iglesia. Y ya aprendimos que la mujer paraguaya ha mostrado su gran valor después de aquella guerra inicua del 1870, recordando las palabras del papa Francisco: ‘‘Dios bendiga a la mujer paraguaya, la más gloriosa de América’’.
‘‘La mitad de los laicos son mujeres y por eso es importante reflexionar sobre la mujer en la Iglesia. Dicen: ¿Acaso las mujeres no tienen amplio lugar en la Iglesia?, y es cierto, pero de todos modos necesitamos reflexionar’’.
Igualmente, indicó que es necesario bajar el tema a la realidad de cada parroquia, capilla, movimiento o grupo y preguntarnos si damos su lugar a las mujeres en la Iglesia. ‘‘¿Ellas tienen la posibilidad de acceder a las responsabilidades que les corresponden?’’, afirmó el obispo.
Monseñor Steckling señaló que en determinadas épocas y culturas se considera o consideraban a la mujer como poco más que una esclava, y si la mujer no acepta este rol se reacciona con violencia que escala hasta llegar al feminicidio.
‘‘En la época actual se busca transformar a la sociedad a través de una nivelación, todo es igual, pero estando todos a la misma altura en dignidad, la verdad es que no somos uniformes’’.
Testimonios
En la misa de la tarde, monseñor Amancio Benítez, obispo de Benjamín Aceval, secretario general de la Conferencia Episcopal Paraguaya, destacó la valentía de las mujeres paraguayas
‘‘Cuántas mujeres solas, madres solteras, abuelas llevan adelante una familia’’.
El religioso destacó la figura de la beata Chiquitunga que como ella miles de mujeres que día a día transmiten y testimonian su fe en Cristo Jesús.
Instó a reflexionar en las parroquias sobre el incremento de la violencia contra las mujeres y frenarla. ‘‘Que se respete la vida de la mujer y desde la Iglesia se promuevan el respeto y la dignidad que ellas recibieron de Dios“.
camino a la villa serrana
Conviene cuestionarnos si en verdad en la Iglesia, a nivel de parroquias y capillas, y en las iglesias domésticas que son las familias, las mujeres consiguen llegar al puesto que les corresponde.
Mons. Guillermo Steckling,
obispo de Caacupé.