“Esta victoria es para Latinoamérica y el Caribe”, dijo Claver-Carone en un comunicado poco después de su elección, que por primera vez en la historia del BID cede la batuta de la institución a un líder que no es latinoamericano.
El abogado estadounidense de origen cubano, que desde hace dos años era el rostro visible de la política de Trump hacia Latinoamérica, se hizo con las riendas de la institución en una votación secreta y por vía telemática de la Asamblea de Gobernadores del BID, a la que llegaba como único candidato.
Claver-Carone, nacido en Miami hace 45 años, se ha comprometido a permanecer al frente del BID durante un único mandato de cinco años, a pesar de que las reglas del organismo le permiten la reelección, con la idea de “ayudar a recuperar económicamente a la región” de la crisis del Covid-19.
PROSPERIDAD. “Mi compromiso sigue siendo el mismo: trabajar con los países miembros del BID para diseñar una estrategia que fortalezca el banco, responda a las necesidades de la región, y cree oportunidades para una prosperidad y crecimiento económicos compartidos”, aseguró Claver-Carone.
El presidente electo prometió “trabajar incansablemente” una vez que asuma la batuta del organismo el 1 de octubre y “construir un equipo fuerte” que le permita “actuar en los temas prioritarios de la región”.
Claver-Carone ha negado que su candidatura tuviera ninguna “intención imperialista” y ha defendido que el hecho de ser el primer presidente estadounidense de la institución ayudará a “renovar el interés” de EEUU por el BID.
APOYO DE PARAGUAY. Aparte de por Estados Unidos, la candidatura de Claver-Carone fue presentada por El Salvador, Guyana, Haití, Israel y Paraguay, y su nombramiento lo apoyaron también países como Colombia, Brasil, Bolivia y Uruguay.
La candidatura generó polémica, ya que rompió con la tradición de situar siempre a un latinoamericano al frente de la institución multilateral con sede en Washington, una norma no escrita que se había cumplido durante los 61 años de historia del Banco.
El abogado de origen cubano recibió 23 de los 28 votos de gobernadores de países de la región que necesitaba para hacerse con el cargo, además del 66,8% de los apoyos de las 48 naciones miembros de la institución, indicaron fuentes del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, donde trabaja Claver-Carone.
El proceso de voto fue secreto, a puerta cerrada y por vía telemática debido a la pandemia, y ni el BID ni la Casa Blanca confirmaron qué países respaldaron a Claver-Carone.
Sin embargo, la Cancillería argentina aseguró en un comunicado que tanto Argentina como Chile, México, Perú y Trinidad y Tobago, más los países miembros de la Unión Europea (UE), decidieron abstenerse en la votación.
Crítico de los gobiernos de Cuba y Venezuela
Claver-Carone es conocido por su línea dura hacia Cuba y Venezuela. En una recientemente entrevista con Efe aseguró que seguirá promoviendo sus “principios democráticos” desde el BID.
Su llegada al organismo también es vista como una forma de contrapeso a la agresiva entrada de los préstamos de China en la región. No obstante, el funcionario estadounidense puede enfrentar problemas en el frente interno por las divisiones partidarias en el Congreso estadounidense, encargado de aprobar los fondos destinados al banco. En su rol al frente del BID tendrá un gran desafío en una región devastada por la pandemia para la cual el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica una contracción de la economía del 9,4%. Además, deberá lidiar con una posible reconstrucción de Venezuela.