El atentado se produjo hacia las 22.00 locales del lunes (03:00 GMT del martes) en un sector donde, según autoridades, es común la venta de droga al menudeo.
Un balance previo daba cuenta de diez muertos. “Las personas fallecidas, 8 femeninas y 3 masculinos de diversas edades, presentan lesiones producidas por impactos de armas de fuego”, detalló la fiscalía estatal. En el lugar murieron 10 de las víctimas, mientras que una mujer que resultó herida falleció cuando era traslada a un hospital, añadió el reporte. Un hombre sigue hospitalizado. Los cadáveres quedaron tendidos entre las mesas y sillas de plástico de ambos locales, uno de ellos contiguo a un hotel de paso.
En el sitio se encontró un mensaje escrito en cartulina, en el que un presunto grupo criminal se atribuye el ataque y asegura que se trata de una venganza contra otra banda. “Es un tema de rivalidad delincuencial. No es un ataque abierto a la población”, dijo a la televisora Milenio Sophia Huett, secretaria de Seguridad de Guanajuato, al detallar que el móvil sería vengar el asesinato de un supuesto delincuente. La masacre ocurrió en un sector de la periferia de Celaya donde las autoridades han detectado actividades delictivas. “No es propiamente un bar en la zona comercial o turística. Se encuentra en una colonia (barrio) con antecedentes de constantes detenciones de personas relacionadas con el narcomenudeo y homicidios”, añadió Huett.
Testigos refirieron que personas armadas ingresaron a los establecimientos y abrieron fuego, y luego derramaron gasolina para tratar de quemar las instalaciones. Guanajuato, un próspero centro industrial por donde corre una importante red de ductos y opera una refinería, se convirtió en uno de los estados más violentos. AFP