14 feb. 2025

No hay política pública de apoyo a las víctimas

El abuso sexual es un un gran silencio muy difícil de romper, según Margarita Rehnfeldt de la organización Base Educativa y Comunitaria de Apoyo (BECA). Las niñas continúan siendo las víctimas más numerosas de este delito, con el consecuente embarazo y, salvo un lugar como Casa Rosa María, en el ámbito público las chances de contención prácticamente no existen.

El abuso sexual es un problema social que cada vez se hace más visible. Los casos están saliendo más a luz, pero esto no significa que existan más. “Es solo que los mecanismos de denuncia y de sensibilización a la comunidad mejoraron.

La ciudadanía en general y los niños en particular al estudiarse los derechos de la infancia en las instituciones educativas en cierta forma están más preparados para denunciar”, sostiene Margarita.

En más del 90 por ciento se producen en ámbitos cercanos y de confianza de los niños. “Los responsables puede que no sean directamente padres o padrastros, sino hermanos mayores, tíos, primos o personas con quien tienen vínculos muy fuertes de dependencia: profesores, sacerdotes, etc.”

CAMPAÑA. Beca llevó adelante dos campañas de concienciación sobre el tema, además de un vídeo sobre un teatro de títeres en el que los chicos hablan de lo que es un abuso y de la importancia de la denuncia. También cuenta con un manual destinado a los docentes para que contribuyan a la prevención de este tema desde el aula.

Desde el Ministerio de Salud no hay ninguna acción que pueda considerarse parte de una política pública de prevención del abuso, según Margarita. “Faltan políticas públicas para víctimas de coacción sexual, lideradas por Salud, y que involucren a otras dependencias del Estado como la Secretaría de la Niñez y el Ministerio de Educación”, apunta la investigadora.

En su opinión, tiene que invertirse en prevención y en asistencia. “Nosotros en Beca tenemos un anteproyecto de ley presentado al Congreso, pero de asistencia a víctimas en el proceso penal. Esto, porque una vez que los casos se denuncian e ingresan a la Fiscalía, los niños y niñas son llamados a declarar en juicios orales y sometidos a victimización secundaria”, explica.

“Queremos evitar la victimización”

Margarita Rehnfeldt

Miembro de Beca

“Con Fonoayuda 147 se está intentando un trabajo en redes con las instituciones. Es para que las familias que pasan por una situación de abuso no hagan ese recorrido tan penoso por todas las instituciones. Se habla por las víctimas con la fiscalía y otros órganos. Hacemos una especie de colchón para que el impacto de la victimización no sea tan fuerte”.

LA REALIDAD

“Tratamos de darles contención”

Benito Páez

sacerdote

“La responsabilidad es muy grande. Normalmente tenemos un promedio de 10 a 12 chicas a las que tratamos de brindarles lo mejor. Que frente a un ambiente muy adverso y negativo encuentren una casa acogedora y la contención posible.

Afortunadamente, en la parroquia cuento con una comisión de feligreses que adoptan a La Recoleta como su parroquia, pese a vivir en otro barrio o municipio inclusive”, explicó. Añadió que ahora tienen el objetivo de construir un local propio para este Centro de Ayuda a la Vida, y luego pedir recursos a las estas entidades que hoy están otorgando fondos para hacer o mejorar colegios y hospitales. “Creo que estos recursos también deberían destinarse para defensa de la vida. En estos momentos, tanto para sostener Casa Rosa María como los dos comedores que tenemos, no nos suele faltar dinero, pero tampoco nos sobra. Lo único que no quiero es que nos falte”.

“Todo para la madre y el niño”

Luis Agüero Benítez

enfermera

“Tratamos de que se sientan parte de una familia grande. Yo vivo con ellas. Ahora son 9 chicas y 6 bebés bajo los cuidados médicos de una obstetra y una ginecóloga. Aquí se le provee todo lo necesario a la madre, tanto antes, como durante y después del parto, cuando se suma el bebé. Por lo menos dos meses más después de dar a luz pueden continuar aquí bajo nuestra responsabilidad. Aunque algunas en realidad llevan más tiempo, porque no resulta fácil reinsertarlas ya con un niño. Siempre estamos buscando familias solidarias que quieran admitirlas, con hijo y todo, para algún empleo. Mientras están aquí cumplen con ciertas exigencias que no les resulta difícil como el respeto, la limpieza y ayuda en la cocina. Aprenden manualidades, reciben escolaridad, van al dentista, participan de la misa. Los fines de semana tienen visitas.

“Solo deshacerse del problema”

Cilsa Vera de Melgarejo

administradora

“En Casa Roma María las albergamos sin importar el tiempo de gravidez que tengan. Una vez que tienen su bebé, tampoco podemos abandonarlas. Ahora, por ejemplo, tenemos a una adolescente que hace 8 meses tuvo a su hijo. Víctima de una violación, fue traída por la Fiscalía, que hasta la fecha ni siquiera llamó a averiguar cómo estaba. Generalmente en casos de niñas o adolescentes que quedan embarazadas, tanto las Codenis como las fiscalías de la Niñez nos las envían y siempre dicen que solo será transitoriamente. Vienen a cualquier hora, incluyendo de madrugada a traernos alguna niña abusada. Actúan como si lo único que quieren es deshacerse del problema. Después, nunca se interesan por la suerte de la niña. Nuestro albergue tiene capacidad máxima para 15 y no tenemos suficientes profesionales para atender a tantos casos así. La gente no quiere asumir el estado de embarazo de una menor de edad, menos aún si es fruto de un abuso”.

Fono ayuda 147 (*)

- Del 11 de abril de 2002 al 30 de junio de 2006 se registraron 2.451 llamadas en el servicio

- 874 fueron sobre casos de maltrato infantil que afectaron a 1662 niños y adolescentes:

125: maltrato emocional

520: maltrato físico

424: negligencia

129: abuso sexual

16: explotación sexual

19: explotación laboral

16: abandono

6: desaparición

53: otros tipos de maltrato

354: en el momento de la llamada no pudo ser identificado el tipo de maltrato.

Observación: Además del silencio de la víctima, el abuso sexual no es visible a los vecinos, por lo que, aunque se conocen más casos, las denuncias siguen siendo pocas.

(*) Es un servicio de atención telefónica para niños, niñas y adolescentes en situación de maltrato. Denuncias sobre abuso sexual también pueden efectuarse ante la Fiscalía de la Niñez y Adolescencia, las Codenis, una comisaría