Lo positivo fue la reacción, el empuje y la determinación para buscar en ofensiva más allá que las ideas sean escasas, para volcar la balanza y meterse en el juego, desacomodando al rival que había tomado el control.
Lo negativo, la falta de continuidad. No se pudo prolongar la buena exposición de la primera mitad y el equipo fue superado en parte de la complementaria, ante un adversario que a esta altura ya juega de memoria y es capaz de administrar los tiempos para conseguir lo que busca. Tampoco se pudo dar la lectura de juego para pegar un golpe de timón que pueda proteger lo realizado, prolongando también hasta el final un guión que fue perdiendo fuerza hasta volverse negativo.
BUENA PROPUESTA. En la primera parte el ensamble fue efectivo. La idea se ajustó al discurso previo de Eduardo Berizzo y el control se basó en el toque y la rápida recuperación con alta presión, no permitiendo crecer al rival que estuvo replegado y no tuvo chances para pensar.
Cubas se asoció con Giménez para darle claridad a la salida, y la zona izquierda fue la preferida para los avances con asociación entre Riveros y Pérez. Lezcano estuvo ausente, mientras que Almirón, con perfil cambiado y aislado, se las tuvo que arreglar, ya que el juego no fluyó por derecha. Con todo eso fue Paraguay en que generó más, ocupó bien los espacios, ganando en los rebotes, aunque evidenció falta de definición.
SIN SALIDA. En el complemento reaparecieron viejos vicios y sobrevolaron los fantasmas del fracaso. La Albirroja perdió presencia en el medio, cediendo el control al equipo incaico que pobló la zona y se adueñó de las acciones. La versatilidad de sus hombres no dio respiro al equipo paraguayo que cometió errores al intentar no salir de su libreto, con toques desde el fondo. Tras el mazazo, la reacción llegó desde el banco. El ingreso de Sánchez animó a la aventura ofensiva de Espínola, que sacó a relucir lo mejor de su juego, mientras que Romero aportó precisión para revertir el expediente, aunque la alegría duró poco, ya que la marca otra vez fue desordenada y permitió el empate.
4 empates suma Paraguay en el historial en el arranque de las Eliminatorias. Ganó 8 juegos y perdió en 6.
“Falta de atención”
Junior Alonso adujo falta de atención en los goles peruanos. “Tuvimos errores, pero también es valorable la forma cómo hemos enfrentado el partido. Fuimos, creo, superiores al rival, fuimos el equipo que más intentó buscar el arco rival. Lastimosamente no pudimos mantener esa ventaja que conseguimos con el 2-1, pero valoramos también la entrega de todos, de manera a levantarnos del 1-0”, expresó el defensor que ayer jugó de central.
Sobre el error para uno de los goles peruanos expresó: “Considero que, más que un error, fue falta de atención. En una jugada de lateral que jugaron rápido; y el otro, centro de costado. Son pequeños detalles que uno lo paga caro”.