Los pequeños también acercaron sus plegarias a Chiquitunga. Tal es el caso de Fabricio (9), quien afirmó que pide siempre por la salud física de Franco Paolo (5), su hermano menor, a quien con ternura y entrega daba de beber un poco de agua, para refrescarlo en medio de la multitud congregada en el estadio del Club Cerro Porteño. Asimismo, con un traje típico, una niña de Luque acudió hasta el evento de beatificación para realizar un pedido especial: la reconciliación de sus padres. Durante todo el evento, la pequeña daba vuelo a su pollera de danza, al compás de cada cántico.