Los ciudadanos autoconvocados presentaron ayer en la Cámara de Diputados el pedido oficial para que se inicie el proceso para la pérdida de investidura del diputado liberal Carlos Portillo.
Sin embargo, para que el trámite prosiga hace falta que un legislador se haga cargo firmando el documento presentado, situación que no se generó hasta el cierre de esta edición.
En el documento presentado sostienen que Portillo “defraudó peligrosamente” la confianza de los ciudadanos, por lo que sus pares tienen la obligación de recuperar, a través de la expulsión, la credibilidad institucional y la confianza de la ciudadanía, “manteniendo a sus mejores hombres y mujeres para que representen los intereses de la sociedad, para lo cual deberán necesariamente impulsar la pérdida de investidura, o en su caso exigir al congresista que ponga a disposición su cargo con la formalización de su renuncia”, expresa la nota.
Los considerados representantes de la sociedad civil conformada el 6 de agosto pasado son los mismos que se vienen manifestando contra los diferentes parlamentarios que tienen cuentas con la Justicia y principalmente contra aquellos que tienen procesos por tráfico de influencias, que es uno de los causales para utilizar la figura de pérdida de investidura.
EN BANCADA. El diputado Portillo fue imputado por la Fiscalía por los delitos de tráfico de influencias, cohecho pasivo agravado, soborno y asociación criminal, luego de que saltara a la luz pública una serie de audios que evidencian la supuesta intromisión política del parlamentario en casos judiciales tramitados en tribunales de Alto Paraná.
Ante esta situación, la asociación de ciudadanos autoconvodados solicitan a la Cámara Baja su pérdida de investidura o su renuncia. El mismo titular del PLRA, Efraín Alegre, le pidió que renuncie.
El dirigente liberal había manifestado que no renunciará al cargo porque sostiene su inocencia, pero de acuerdo a sus propios correligionarios, la decisión sobre los pasos a seguir la definirá hoy en la reunión de su bancada y no se puede descartar la renuncia. “Aunque con Portillo nunca se sabe”, dijeron sus pares fuera de micrófono.
Los diputados de las diferentes bancadas señalan que cuando se trata de juzgar a un par se encuentran en una encrucijada, debido a que consideran que no deben ser jueces de sus colegas y por otro lado tienen la presión ciudadana sobre sus hombros.
Las bancadas coloradas también se mantienen al margen del tema, ya que tienen a varios parlamentarios que están en la mira por diferentes procesos judiciales.
No obstante, la mayoría dice que si alguien se hace cargo del pedido, estarían acompañando la propuesta.