El ex presidente y futuro director paraguayo de Yacyretá, Nicanor Duarte Frutos, es uno de los pocos integrantes del futuro Gobierno que marcó postura sobre el diputado José María Ibáñez a quien le pidió que renuncie porque “es una carga para el presidente electo Mario Abdo Benítez”.
“Con respecto a José María Ibáñez, él debe retirarse, renunciar y reinventarse desde abajo. Es una carga que el presidente Marito no tiene por qué arrastrar”, sentenció el ex presidente de la República al referirse a uno de sus más cercanos colaboradores.
La figura de Ibáñez apareció en el escenario político durante la administración de Duarte Frutos. Era considerado uno de los políticos preferidos por el ex presidente.
Tras retornar de los Estados Unidos, Ibáñez fue secretario privado de Nicanor y luego ministro de Industria y Comercio (MIC).
En abril del 2007 tuvo una confrontación con el ex senador y ex ministro de Salud Julio César Velázquez, quien acusó a Ibáñez de estar involucrado en el escándalo de las semillas de algodón del Crédito Agrícola de Habilitación, a través de la empresa Traintec, por valor de USD 2 millones.
De acuerdo con publicaciones de ÚH, uno de los accionistas de la firma fue el arquitecto Gustavo Modesto Merlo, tío de Lorena Plabst Merlo, esposa de Ibáñez. Además figuraba como accionista Édgar Melgarejo, considerado amigo de infancia de Ibáñez.
Velázquez acusó al entonces alto funcionario de beneficiarse con el dinero, con el fin de usar en su campaña política por la Gobernación de Central, cargo al que no llegó.
Ibáñez también fue embajador paraguayo ante el Reino de Bélgica y de la Unión Europea. Fue siempre una figura polémica. Es recordado por responder al stronismo en la época que integraba el centro estudiantil del Colegio Nacional de la Capital.