El juicio se llevó a cabo en el quinto piso de la Torre Norte del Palacio de Justicia. Carmen Gubetich de Cattoni, fiscala del caso, informó que la sentencia está firme, y que la defensa tiene un plazo de 10 días para apelar la medida y llevar el caso a la Cámara de Apelaciones.
La magistrada detalló que la sentencia del tribunal se basa en el artículo 184 a, incisos primero y segundo, que alude a la violación del derecho autoral por reproducción sin autorización del creador, cuya pena pueden ir de 3 meses a 6 años de prisión.
Cattoni confirmó que se trata del primer caso de plagio que tuvo una sentencia de prisión en Paraguay, y aclaró que en este ya no pueden existir medidas sustitutivas a la cárcel, debido a que Aguilera ya goza de las mismas desde febrero de 2011.
Con alusión al fallo, el escritor manifestó que se trata del “juicio más injusto” para la literatura paraguaya. “Un escritor fue acusado y juzgado por un crimen que no cometió. Apelaremos e iremos a Derechos Humanos, porque mis derechos constitucionales fueron violados”, dijo Aguilera.
Tras varias insistencias de este medio para contar con la versión de Garay, la misma no contestó los llamados.
Este caso fue abierto por la Fiscalía en agosto del 2010, argumentando que existían similitudes entre El túnel del tiempo de Garay, del 2005, de la editorial Criterio Ediciones, y la obra Karumbita, la patriota, de Aguilera, del 2010, de la Editorial Alfaguara.
FUTURO. Según el abogado Pedro Gamarra Doldán, experto en derechos autorales, el caso tiene tres posibles escenarios en caso de llevarse a la siguiente instancia. “Se puede confirmar la sentencia de condena, o bien, revocar o reducir la condena, pero no se puede producir la ampliación de la misma”, manifestó Gamarra.
Explicó que los casos de plagio elevados a la Justicia en nuestro país son muy contados, enfatizando que este caso es relevante por cobrar un estado público que involucra a conocidos escritores, y que se llegó a un juicio oral y público, tras una denuncia radicada en la Fiscalía. “Como es un caso muy infrecuente, lamento que no existiera el elemento de la negociación”, señaló Gamarra, explicando que la falta de este elemento se debe en parte a que los escritores han fracasado como gremio. Añadió que la sentencia del tribunal sienta un precedente entre los escritores, motivando a que estos trabajen más como agrupación en la tutela, respeto mutuo y colectivo del derecho autoral.