Por Sofía Masi
CIUDAD DEL ESTE
“Falta todo”, respondió Nelson Maidana, director de la cárcel regional de Ciudad del Este, cuando se le consultó cuáles son las principales falencias que soporta la cárcel regional del Este. En las últimas dos semanas, 130 detenidos fueron remitidos a la penitenciaría.
La mayoría son campesinos que fueron privados de su libertad durante los desalojos ocurridos en Los Cedrales y Santa Rosa del Monday, distritos del Alto Paraná.
Actualmente, la población penitenciaria consta de 791 reclusos, cuando que la capacidad de la estructura y el presupuesto de la cárcel de varones están previstos para 250 internos.
Solamente 87 de la totalidad están condenados, el resto soporta procesos judiciales que incluso llevan más de dos años.
“Los campesinos duermen en colchones en un tinglado abierto. Ya no hay lugar en las celdas. Faltan comida, colchones, frazadas, guardias. Falta todo”, manifestó el director. El titular de la penitenciaría solicitó refuerzos alimentarios al Ministerio de Justicia, que pueden llegar mañana. Mientras, los reclusos se abastecen de donaciones que realizan personas o instituciones voluntarias.
SEGURIDAD REBASADA. 11 guardias se encargan por turno de resguardar la seguridad del penal que alberga casi 800 internos. “Para garantizar la máxima seguridad necesitamos 60 personales”, puntualizó Maidana.
Un total de 35 guardias conforma todo el plantel de seguridad de la cárcel de varones de Ciudad del Este.
La construcción de una nueva estructura para albergar a los reclusos está prevista. El Ministerio de Justicia dispone de 4 millones de dólares para la obra, pero no se concreta por falta de un terreno, según Maidana. La actual cárcel está en una zona poblada de Ciudad del Este.