Alcides Manena
ALTO PARAGUAY
Unas 200 familias de la comunidad indígena Tomaraho de puerto María Elena, distante a unos 40 kilómetros de Fuerte Olimpo, Departamento de Alto Paraguay, se encuentran ais- ladas a causa de la crecida del río Paraguay. A eso se suma la pérdida de sus cultivos.
Este es el caso de Emilio Aquino, de 71 años, quien posee cerca de la comunidad –a unos 2.000 metros por agua– sus cultivos de hortalizas, que constituyen su principal medio de sustento; pero ahora el agua va tomando todo.
“La producción de batata, mandioca y otras hortalizas que solía llevar hasta Olimpo para comercializar se está perdiendo”, lamentó el nativo de la etnia Yshir Tomaraho, cuyas canoas que utilizaba para sacar los productos también presentan averías.
JANGADA. Actualmente, para atravesar el río hasta la otra orilla y sacar algunos cultivos para salvarlos de la creciente, Emilio construyó una jangada (balsa) hecha de troncos secos de karanday (palma), sujetados con alambres para flotar.
Sus hijos ya no quieren que cruce con la jangada el río, debido a que es muy peligroso. “Hasta el momento ninguna entidad del Estado nos ayuda”, aseguró Aquino.
Antes, los moradores de la comunidad indígena sacaban sus productos hasta Fuerte Olimpo para comercializarlos; pero al no tener medios para transportar sus cargas se valían de embarcaciones que llegaban hasta ahí, pero les cobraban muy caro el flete, aprovechando que la única manera de ingresar al asentamiento es por vía fluvial.
Los habitantes se dedican en su mayoría a la pesca, la caza y la agricultura, que son parte de la cultura ancestral de los Tomaraho.
El comunicador Nicolás Feltes, quien logró un escaño por el Partido Encuentro Nacional en la Junta Departamental, se comprometió a reparar las canoas averiadas cuando asuma el cargo el próximo 15 de agosto; asimismo, prometió realizar gestiones para favorecer a los nativos.