16 feb. 2025

Nativos se drogan ante la indiferencia de las autoridades

En plena tarea de carga de bolsitas de hule con la sustancia conocida como cola de zapatero se podía ver en la víspera a una veintena de niños indígenas en la esquina de la avenida Fernando de la Mora y Europa.
Entre ellos resaltaba la presencia de la menor C., de tan sólo 12 años de edad, quien tiene una de sus piernas totalmente infectada a raíz de la presencia de un furúnculo que pierde sangre y pus a cada momento.
El sitio en el que se encuentran está sembrado de excrementos, cartones de vino, restos de alimentos en descomposición y basura arrojada por carritos.
Si bien al principio se mostraron agresivos, intentando incluso arrojar piedras a los miembros de nuestro equipo de prensa, posteriormente se abrieron y comentaron que desde hace un buen tiempo están en Asunción.
Entre otras cosas señalaron que provienen de departamentos como Guairá, Canindeyú y San Pedro y que pertenecen a la etnia Mbya Guaraní, de donde salieron porque sus padres ya no tienen forma de alimentarlos y que aquí, al menos ciertas personas les pasan alguna comida.
Ante el indignante hecho que está a la vista de todos tratamos de comunicarnos con la Secretaría de la Niñez y de la Adolescencia, pero sus líneas telefónicas nunca dejaron de estar ocupadas. La idea de acceder a una acción rápida por parte de esta institución para asistir a estos infantes es una utopía.

SIN RUBROS. Ante la consulta de si el Instituto del Indígena (Indi) tenía recursos financieros para asistir a estos chicos, Aída Lara, su encargada de prensa, dijo que no cuentan con fondos. Informó que ese mismo grupo fue trasladado hace un tiempo a sus comunidades, pero que de nuevo vinieron a la capital.
Puntualizó que aguardan respuesta a la solicitud de ayuda de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) para conseguir víveres y llevarlos de vuelta a sus respectivos asentamientos. “Creemos que dándoles víveres quedarán más tiempo en sus hogares”, puntualizó.