El equipo de Sanguinetti tuvo mayor efectividad y en las situaciones que generó gran parte terminó en gol. Arévalos, Dos Santos, de penal, y Armoa le daban cierta tranquilidad en el primer lapso de juego.
preocupación. Con mucha dignidad, Trinidense le hizo frente a la visita. Trabajó con pases triangulados y en más de una ocasión le causó estragos a la defensa luqueña.
En la complementaria, el equipo que fechas antes descendió de categoría le complicó bastante con dos goles sucesivos, primero con Miño y posteriormente con Salinas.
Cuando parecía que el conjunto de Santísima Trinidad se encaminaba al empate, Luqueño aprovechó uno de los contragolpes y consiguió el tanto tranquilizador de Leguizamón.
El Auriazul cierra el 2017 con clasificación y con la esperanza de que el año que viene veamos a un Luqueño en el 2018 con mayor protagonismo.