Tras una larga enfermedad y en avanzada edad, falleció este sábado al mediodía, en Asunción, el ex dirigente del Movimiento Popular Colorado (Mopoco), exiliado durante la dictadura stronista, Marcos Álvarez, quien se hizo conocido al ser presentado como testigo clave del Ministerio Público, en el caso Arrom-Martí, en 2002.
“Se nos fue. Se quedó dormido, en paz. Gracias a todos los que acompañaron este proceso con su presencia y sus oraciones”, afirmó su nieta, Roxy Álvarez, en su cuenta de la red social Facebook.
Álvarez, quien durante el gobierno de Luis González Machi llegó a ser colaborador cercano del entonces ministro de Justicia y Trabajo, Silvio Ferreira, y se desempeñó como coordinador del programa social Oñondivepa, tiene un pasado de militancia en la resistencia colorada y en organizaciones de izquierda.
Su nombre adquirió notoriedad en 2002, cuando el entonces fiscal general, Oscar Germán Latorre, lo presentó en conferencia de prensa, junto a un bolsón cargado con 350.000 dólares, asegurando que ese dinero se lo había dado el dirigente del Partido Patria Libre, Juan Arrom, y que era parte del dinero cobrado por el secuestro de María Edith de Debernardi (secuestrada el 16 de noviembre de 2001 y liberada el 19 de enero de 2002).
Álvarez relató entonces que habían trabajado juntos con Arrom en proyectos sociales, y que el dirigente político intentó involucrarlo en el secuestro, presuntamente cometido por personas que formaron el grupo armado original, que luego se convertiría en el actualmente denominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Arrom, por su parte, en su libro “Callejones del Terror”, acusa a Álvarez como quien le tendió una celada, al llamarlo por teléfono y concertar una cita, frente al local del Centro de Investigación Judicial, donde asegura que agentes policiales lo secuestraron y lo mantuvieron detenido ilegalmente, a él y a su compañero Anuncio Martí, hasta que fue rescatado por familiares tras 14 días de cautiverio y tortura.
La versión de Álvarez fue clave para el juicio en que se condenó a Alcides Oviedo, Carmen Villalba y otros acusados por el secuestro de María Edith. El ex dirigente político afirmó que Arrom lo reclutó para integrar el Partido Patria Libre. “Conocí a Alcides Oviedo y a Gilberto Setrini (dos de los fundadores del grupo armado que fue la base del EPP) a través de Arrom”, aseguró.
En el juicio, relató que Juan Arrom y Alcides Oviedo lo visitaron en su casa el 15 de enero, cargando una mochila con 350.000 dólares, y le pidieron que los guarde. Aseguró que ese mismo día acudió a la Fiscalía y entregó el dinero a las autoridades. Tras una pericia, se comprobó que era parte de los 1 millón de dólares que pagó Antonio Debernardi para liberar a su esposa.
Desde entonces, Álvarez se mantuvo oculto y no brindó declaraciones periodísticas. Se sabe que en los últimos meses estuvo muy enfermo, casi sin recursos, y que algunos de sus amigos de la época, como el ex ministro Silvio Ferreira, le brindaban alguna ayuda para costear su tratamiento médico.