El dato porcentual coloca a la morosidad en su punto más bajo en poco más de dos años, siendo marzo de 2022 la última ocasión en la que se registró una cifra inferior. Este comportamiento refleja un entorno económico más favorable y una mejor capacidad de pago por parte de los prestatarios. A pesar de la mejora general, ciertos sectores siguen mostrando tasas de morosidad más elevadas.
En ese sentido, las estadísticas oficiales muestran que los préstamos destinados al consumo, la construcción y el comercio al por menor se destacan por sus niveles más altos de mora, con tasas que oscilan entre el 4% y el 5%.
La economista Patricia Goto explicó que la reducción en la morosidad es un signo alentador para el sistema financiero de Paraguay, ya que evidencia una mayor estabilidad en la gestión de los créditos. Con un contexto de inflación controlada y expectativas de crecimiento moderado, se espera que los bancos continúen fortaleciendo su posición en los próximos meses, detalló.
La reducción de la mora en el sistema se concreta pese a que hay un crecimiento importante de los créditos, lo que marca una mejora en cuanto a la calidad de los préstamos.