23 ene. 2025

Morales cumple un año en el poder con apoyo y oposición

El líder indígena, que inició su mandato el 22 de enero de 2006 tras un inédito triunfo electoral, con el 53,7% de los sufragios, resumirá hoy su visión de los primeros 12 meses en un informe al Congreso Nacional.

EFE
La Paz-Bolivia
El presidente de Bolivia, Evo Morales Aima, cumplió ayer un año de gobierno entre el apoyo de las organizaciones campesinas y populares, y la oposición de varias regiones que han avanzado en su demanda de autonomía de gestión.
Morales, que inició su mandato el 22 de enero de 2006 tras un inédito triunfo electoral, con el 53,7 por ciento de los sufragios, resumirá su visión de los primeros doce meses de su labor en un informe al Congreso Nacional, hoy.
Entre las medidas más notorias aplicadas en el 2006, el líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) puso en marcha una Asamblea Constituyente, para “refundar” Bolivia, y obligó a una veintena de trasnacionales petroleras a firmar nuevos contratos bajo el manto de una nacionalización de los hidrocarburos.
La Constituyente no ha tenido avances desde su instalación en agosto y, al contrario, está entrampada en un debate que la oposición ha aprovechado con el favor de cuatro departamentos, de los nueve que tiene el país, que reclaman la aplicación de un modelo autónomo de gestión.
Contra la intención socialista de imponer el voto de solo la mayoría en el foro, los rivales le exigen respeto a las normas de la democracia, aprobar la nueva carta magna con dos tercios del total y le criticaron haber impulsado la confrontación entre regiones.
Esta fue la causa de los graves incidentes registrados este mes en Cochabamba, departamento gobernado por el opositor prefecto Manfred Reyes Villa, donde un choque entre campesinos y habitantes urbanos se saldó con dos muertos y más de doscientos heridos.
En cambio, la nacionalización petrolera fue exitosa y ha contribuido a mejores resultados en la gestión económica, que tuvo mejores cifras que la política, aupada en los buenos precios que tuvieron los minerales y los textiles en el mercado internacional.
Mientras las exportaciones batieron el récord de los 4.069 millones de dólares, la gestión fiscal dejó de tener números rojos por primera vez en varias décadas.
Morales trató de consolidar el poder con una fuerte ofensiva contra los grupos de derecha, que considera aún enquistados en todas las instituciones estatales y a los que acusó de boicotear sus planes.
La población aplaudió la nacionalización petrolera, el nuevo contrato de exportación de gas natural a Argentina y los programas de alfabetización y de cirugía de ojos, estos últimos realizados con apoyo de Cuba y de Venezuela.
Entre sus errores, reconocidos por las autoridades, está el enfrentamiento entre obreros y cooperativistas mineros en la población de Huanuni, que terminó con 16 fallecidos y medio centenar de heridos por disparos de bala y explosión de dinamita, por una disputa para la explotación de ese rico yacimiento de estaño.

Política exterior
En la política internacional, afianzó su alianza con Fidel Castro y con Hugo Chávez, así como convenció a su colega de Chile, Michelle Bachelet, para que acepte incluir la ancestral demanda boliviana de una salida al mar en una nueva negociación bilateral. Según una encuesta realizada por la empresa Gallup Internacional, la popularidad del mandatario bajó desde el 77% registrado al inicio de su gobierno hasta el 59%. El segundo año del periodo de Morales estará signado por el desafío de aprobar una nueva constitución y, a la vez, de resolver el enfrentamiento con los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, que reclaman una autonomía a la administración de sus recursos.