Por Caio Scavone
VILLARRICA
Desde hace un tiempo, circula en Villarrica un semanario de humor. De humor negro, pero humor al fin. Podría ser catalogado como el semanario de los pesimistas. Es de aquellos donde no se observa el vaso medio lleno o medio vacío, sino que definitivamente no se observa el vaso. Cualquier actividad realizada por personas con un tinte político levemente diferente al rojo sangre es desechada de plano, sin derecho a réplicas, como una campaña de desprestigio a las autoridades, específicamente municipales. Tan es así que reportearon a doble página al candidato perdedor y le dieron más pelota al “por qué perdió" que al que hizo un merecido rekutu. Vale decir, el intendente villarriqueño Federico Alderete es su presa favorita de cada semana.
En el último número, la campaña se centró en los carnavales de Villarrica, que originó sobredosis de risa. Y, como debe ser un semanario de humor, todos sus números consiguen ese objetivo. Desde la tapa no tiene desperdicio. Utilizando el emblema municipal de Villarrica como logo, despotrica en contra de esta, de la Municipalidad no del emblema, causando la hilaridad de los lectores, demostrando el contrasentido de utilizar sin permiso algo que corresponde a la ciudad.
La alegoría de los pecados capitales con respecto al carnaval se pasó. Utilizar uno de los pecados capitales, la lujuria, en el sentido de lujo solo se le podría ocurrir a una mente diferente, no a un escritor común y ordinario. Ya había dado muestras del humor fino y ocurrente al denostar contra la capa asfáltica de la ciudad, ¡por el hecho de originar raudales!
Pero si el pobre lector aún no entendió dónde está el humor, no se pierda el grotesco horóscopo. Sea usted del signo que sea, le irá mal de todos modos. No importa la conjunción de los astros, si Venus está en Marte o miércoles, trabaje o esté desocupado, no le irá bien ni en el amor, ni en lo económico y de salud le irá peor. Si le faltaba algo para decidirse por el suicidio, ese horóscopo le ayudará a dar el empujón final.
Si algo le faltaba para ser completo a este semanario de mucha tirada, tirada a muchas partes, es que su director desafíe las leyes de tránsito circulando en una moto sin chapa, sin casco, demostrando su valentía y arrojo, predicando con el ejemplo el cumplir con las leyes.
El carnaval se hará. Saldrá bien o mal. La comisión se encuentra abocada en que salga bien, y de la gente de buena voluntad depende que sea un éxito, o no. Mal les pese a muchos, tanto el Festival de la Raza como el Carnaval de Villarrica seguirán realizándose, aunque algún intendente médico suprimió uno de ellos, alguna vez.
Como no hemos encontrado nada positivo en este semanario del humor y donde todo es no, sin haber un mísero sí, el nombre del director se transformó en Monte no, no.
No es difícil para quien pega manotazos de rebusque confundir xenofobia debido a la xeroftalmia que no permite avizorar una xenofilia arraigada en la ética social de una comunidad como la guaireña, que institucionaliza sus logros y los defiende, pese al mote de ser furiosos regionalistas. Villarrica es cuna benévola y caritativa que sigue permitiendo que aventureros y buscavidas nos avasallen y ahora debemos soportar supuestos sabelotodos, empotrados en débiles cabalgaduras de letras sensacionalistas y en supuestos neo-cambios que, con pasto de amargura y depresión, huelen a juglar y literato fracasado. Estamos repodridos de los que vienen y quieren enseñarnos que 2 más 2 son 4.