La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) advirtió que con relación a los periodos de la presequía, se industrializaron alrededor de 100.000 toneladas menos. “No se puede hablar de una recuperación para la industria aceitera, sino una vuelta a la tendencia de bajo nivel de procesamiento que se viene dando en los últimos años”, manifestó el gremio sobre el nivel de actividad de las fábricas.
El aprovechamiento de la capacidad nominal en las aceiteras alcanzó 61%, lo que significa una mejoría de 4 puntos, pero el sector teme que la masiva salida de soja en estado natural presione nuevamente la actividad a la baja. “La falta de condiciones de competitividad favorece actualmente a la exportación sin agregar valor, incluso para aquellas empresas que han invertido en el país para radicar sus industrias”, lamentó.
Campaña. La cosecha de este año arrojó un volumen de 9,4 millones de toneladas luego de un ciclo de sequía que mermó la producción en casi 70%. Este buen comportamiento coincide con una gran demanda argentina, que concentra la compra de casi el 90% de los granos paraguayos exportables.