17 jun. 2025

Merkel aprueba el plan de ayudas para proteger a la economía de la crisis

Berlín, 5 nov (EFE).- El Gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, aprobó hoy un programa de ayudas económicas cuyo objetivo es evitar que la crisis financiera contagie a la economía real y que se suma al paquete de rescate bancario aprobado recientemente.

Merkel subrayó que el espíritu de este paquete, que el Gobierno no ha querido calificar de programa “coyuntural” sino de “crecimiento”, es tender “un puente” hacia tiempos mejores en los que la economía no requiera de ayudas estatales.


La canciller alemana, Angela Merkel. EFE | Ampliar imagen

El programa, consistente en fomentar las inversiones públicas y privadas y algunos incentivos fiscales, está dotado de un total de 32.000 millones de euros, incluidos los 20.000 millones de euros que conforman el plan aprobado en octubre, basado en reducciones de las cotizaciones al seguro de desempleo y la subida de las ayudas familiares.

El Gobierno espera que el programa movilice inversiones de hasta 50.000 millones de euros, entre programas estatales y actividades de la empresa privada.

El ministro de Finanzas, Peer Steinbrück, insistió al presentar el conjunto de ayudas que “no se trata de aprobar un gran programa coyuntural a la vieja usanza sino de diseñar un plan extremadamente puntual con el máximo efecto multiplicador”.

Subrayó que en estos momentos el mejor programa coyuntural lo constituye la bajada del precio del crudo y la revalorización del dólar frente al euro.

“Creemos que si en 2009 el precio medio del barril de petróleo se sitúa entre 60 y 80 dólares en lugar de los 140 que ha costado, y si el cambio del euro con el dólar es de 1,25 en vez de los 1,50 hasta 1,60 que ha llegado a estar, lograremos un alivio económico de varios miles de millones de euros”, sostuvo el ministro.

Como efecto colateral de este plan el Gobierno ha tenido que abandonar su objetivo de eliminar el déficit estatal hasta 2011.

Steinbrück se negó a poner nueva fecha “mientras no conozcamos el alcance de la crisis”, pero aventuró que será hacia el final de la próxima legislatura, que acaba en 2013.

Uno de los puntos centrales del programa consiste en dotar de 15.000 millones de euros adicionales al Banco de Crédito para la Reconstrucción y el Desarrollo (KfW), fondos que se destinarán a avalar los créditos para las pymes.

Con este dinero se espera, según indicó el ministro de Economía, Michael Glos, impulsar el flujo de créditos bancarios, cuyo ritmo ha bajado con la crisis financiera.

El KFW obtendrá, además, 3.000 millones de euros adicionales para sus programas de fomento de la infraestructura en municipios con problemas financieros estructurales.

Otros 1.000 millones de euros se destinarán en los dos próximos años a proyectos de tráfico y de carreteras que en un principio estaban previstos para más adelante.

Uno de los puntos más controvertidos es el que contempla liberar del impuesto de circulación durante un periodo máximo de dos años a todo aquel que se compre ahora un vehículo nuevo.

Estas exenciones serán de un año para los automóviles convencionales y de dos años para los que tengan bajos índices de emisiones.

La medida ha sido criticada tanto por no premiar únicamente a los automóviles ecológicos, como por su carácter más simbólico que real; ningún experto cree que, en tiempos de crisis, alguien vaya a comprarse un vehículo por el mero hecho de que se le exima durante un tiempo tan limitado del impuesto de circulación.

Frente a los que pedían incentivar exclusivamente a los compradores de vehículos ecológicos, Steinbrück se defendió con el argumento de que en estos momentos de crisis hubiera sido un error “castigar” a los propietarios de automóviles viejos.

Igualmente controvertida es la decisión de duplicar a 1.200 euros el total desgravable de las facturas de los trabajos de reparaciones domésticas -de electricistas, albañiles, pintores o fontaneros-.

Entre las medidas de fomento ecológico figura elevar en 3.000 millones las ayudas para aquellas obras de reforma de edificios que sirvan para elevar la eficiencia energética.

Con el objetivo de salvar puestos de trabajo, el programa incluye también ampliar de 12 a 18 meses el periodo de ayudas estatales a las empresas que tienen que reducir jornada, bien sea por factores estacionales o por problemas económicos.