La incertidumbre animó a los inversores a abandonar la renta variable y a buscar refugio en activos considerados seguros, como el dólar y la deuda de países solventes, básicamente EEUU y Alemania, mientras el petróleo siguió registrando una baja continua.
En Wall Street, que aún no cerraba, el Dow Jones bajaba el 2,5% ayer y se encaminaba a su peor semana desde la crisis financiera de 2008.
En cuanto a las bolsas europeas, Londres bajó ayer un 3,18%; Fráncfort, un 3,86%; París, un 3,38%; Milán, un 3,58%, y Madrid, un 2,92%.
En la semana, Londres acumuló un descenso del 11,12%; Fráncfort, del 12,44%; París, del 11,94%; Milán, del 11,26%, y Madrid, del 11,76%.
El mercado londinense vivió su peor semana desde la crisis financiera de 2008 y la Bolsa española apuntó la racha semanal más negativa desde mayo de 2010, en plena crisis de la deuda soberana.
En Asia, Tokio cayó ayer un 3,67%; Hong Kong, un 2,42%; Shanghai, un 3,71%, y Seúl, un 3,3%.
La expansión del coronavirus afectó especialmente a aerolíneas y firmas turísticas, por el descenso en movimientos de personas, además de las petroleras, por la bajada del precio del crudo, y a los bancos, principales perjudicados de una eventual relajación de la política monetaria.
En el mercado del petróleo, el Brent, el crudo de referencia en Europa, cayó cerca del 3%, hasta 50,6 dólares por barril, su nivel más bajo desde diciembre de 2018. El Texas (WTI), referente en EEUU, baja un 4,5% y se sitúa cerca de los 45 dólares por barril, su precio más bajo desde enero de 2016. El oro, otro de activo refugio, cayó ayer por debajo de los 1.590 dólares por onza. EFE