Durante la homilía central de la festividad en Caacupé, el obispo Claudio Giménez resaltó la figura de la familia como el núcleo fundamental para la sociedad y la escuela de virtudes, como propulsora del crecimiento integral de la persona humana.
Indicó, que eso deben tener en cuenta los representantes del Gobierno y que las leyes establecidas en la Constitución Nacional que habla sobre la familia “deben ser practicadas”.
Sin embargo, fue crítico al rememorar los males que afectan a las familias en el país. En ese sentido habló de la corrupción, como una de las causas principales.
Recordó el mensaje que brindó la Conferencia Episcopal Paraguay (CEP) en su última asamblea del año sobre el punto donde expresaban que la corrupción “daña la moralidad pública que queda evidenciada con el descrédito y el tráfico de influencia”. “El nepotismo y el robo de los bienes aumenta el desprestigio de los grupos corruptos”, afirmó, ante los miles de feligreses que llegaron hasta el Santuario de Caacupé este domingo.
Lamentó que el Paraguay esté ubicado entre los países más corruptos del continente y se preguntó cuándo será el día que se abandonen “esos lugares de vergüenza y desprestigio”.
En ese sentido, el religioso valoró la indignación ciudadana sobre el actuar de la clase política con los casos de nepotismo que salieron a luz con la divulgación masiva de las nóminas de funcionarios de las diferentes instituciones.
Lamenta violencia
Monseñor Claudio Giménez lamentó el nuevo ataque del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en la zona de Arroyito, departamento de Concepción, ocurrido en la madrugada de este domingo. El hecho dejó un militar fallecido y un policía herido.
En ese sentido, abogó por que la indignación ciudadana también se establezca por la violencia reinante actualmente en el país. “Las drogas, el alcoholismo son una de las causas principales de la violencia irracional y factor principal de muerte”, afirmó.
Mensaje a los jóvenes
Monseñor Giménez pidió a los jóvenes no dejarse manipular y tomar conciencia sobre el papel protagónico que deben tener, recordando lo expresado por el papa Francisco.
Así también, habló sobre las amenazas de la vida como el aborto, la eutanasia y la violación como factores que oscurecen a la vida familiar.
En ese sentido, criticó al matrimonio homosexual cuando, sobre todo se desea adoptar a un hijo. Manifestó que en las relaciones del mismo sexo no existe la figura del padre y de la madre.
Respeto a las leyes ambientales
La desaparición de los bosques y la contaminación de los cauces hídricos también fueron criticadas por el obispo como otro de los factores que dañan a las familias. "¿Cuesta tanto respetar las leyes ambientales?”, se preguntó.
Combate frontal a la pobreza
El obispo Claudio Giménez resaltó, como punto positivo, la intención que tiene el Gobierno de Horacio Cartes de realizar un combate frontal contra la pobreza. “Ojalá surja efecto para disminuir el escándalo de numerosas familias pobres”, manifestó.
“El desarrollo económico debe llevar al desarrollo social”, expresó. Sostuvo, que la generación de empleos servirá para mejorar la calidad de vida de las personas y para superar la mendicidad “que denigran y convierten a las personas en instrumento ideológico de fácil manejo”.
Calidad de la educación
El obispo hizo mucho hincapié en la calidad de la educación como uno de los factores principales para el crecimiento de los jóvenes. “Ojalá se asigne a la educación un gran porcentaje del presupuesto, mucho más que a los partidos políticos que deberían sobrevivir con el aporte de sus afiliados como cualquier otra institución deportiva o cultural, organizaciones sociales o religiosas”, refirió ante el aplauso masivo de la gente.
Mencionó que se debe apuntar a la educación de excelencia porque “la mediocridad no conduce al Paraguay que queremos”. Agregó, que la selección de docentes se debe establecer por méritos y no por influencia política.
De la homilía central en homenaje de la Virgen de Caacupé, asistieron miles de feligreses católicos, además de varias autoridades del Gobierno encabezada por el presidente de la República, Horacio Cartes.