La Empresa de Servicios Sanitarios (Essap) demandará a los reducidores (compradores) de medidores de consumo de agua potable como reacción ante el recrudecimiento del robo de los aparatos, que en los primeros tres meses de este año ya casi iguala a todo lo robado en el 2006, informó el gerente administrativo de la aguatera, Abraham Pinazo.
“El problema de fondo es la impunidad de los ladrones y los reducidores, que son en su mayoría fundiciones que aprovechan el bronce que tienen los medidores, y en menor
medida las aguaterías privadas, que compran los aparatos robados para instalarlos en sus redes”, sostuvo el directivo.
El gerente comercial, Guillermo León, dijo que como consecuencia de la situación la Essap va a accionar jurídicamente no solo contra las personas que roban los medidores sino contra los mismos compradores de los objetos robados.
“Se trata de un delito de acción penal pública perseguible de oficio, que por nuestra parte vamos a hacer cumplir”, añadió.
Agregó que la aguatera está enfrentando un recrudecimiento de la ola de robos de aparatos de medición, ya que en los primeros tres meses del presente año se han contabilizado 1.200 medidores robados, que casi igualan el registro de 1.317 aparatos hurtados en el 2006.
“Si en el resto del año se mantiene el promedio de estos primeros meses, en el presente ejercicio los malvivientes se alzarán con un total de 3.600 medidores, una cifra que
equivaldrá a un aumento del 173% del índice de robos comparando ambos años (2006 y 2007)”, explicó León.
“El robo de medidores causa daño patrimonial a la Essap y también a los usuarios porque los ladrones dejan las cañerías con pérdidas de agua, que influye en el índice de consumo no facturado”, indicó el gerente comercial de Essap.
Gasto inútil
Essap gasta un promedio de 24 dólares (120 mil guaraníes) en la reposición de los medidores robados, que incluye el valor de compra y los gastos de colocación, dijo el gerente comercial, Guillermo León.
Recomendó a los usuarios la colocación de rejas con
candados a fin de evitar el robo de sus medidores de agua. “Esta medida no asegura que no serán robados, pero el aumento de la dificultad es siempre un desaliento para los ladrones”, agregó.