El pasado 31 de mayo, a tempranas horas de la mañana, fue asesinado el ganadero Luis Alberto Lindstron Picco, de 15 disparos de proyectiles que recibió en diferentes partes del cuerpo. Además, su camioneta recibió 57 impactos. Las vainillas servidas encontradas en el lugar fueron analizadas y corresponden al lote de balas robadas de las Fuerzas de Operaciones Policiales Especiales (FOPE), en el 2011.
En la escena del crimen levantaron aproximadamente 60 vainillas servidas de proyectiles para fusiles de asalto calibre 5.56. Además, las vainillas tenían la inscripción de marca, y según los informes técnicos, fueron fabricados por Industrias Militares de Colombia (Indumil). Del mismo fabricante, el Ministerio del Interior adquiere armamentos y municiones para el combate al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Cada proyectil tiene impreso en la base un número de lote del fabricante; las vainillas que fueron levantadas tras la muerte del exintendente de Tacuatí tenían la identificación IM P040 y IM 2010. La hipótesis de los investigadores es que las mismas son las robadas de la FOPE.
ANTECEDENTES. El 14 de junio de 2011 fueron detenidos por los agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) el oficial Édgar Clementino Aguilera, con destino en la Comisaría 15.ª de Asunción, y el vicesargento de Caballería, Isidro Raúl Benítez, frente al Colegio Ysaty, en la zona de la Terminal de Ómnibus.
Estos tenían en su poder 3.390 proyectiles de procedencia colombiana que habían sido robados del polvorín de la FOPE. Según los datos brindados en su momento por los investigadores, los hombres se dedicarían a la provisión de material bélico a las mafias de la Triple Frontera.
Según los investigadores, es probable que los autores morales del crimen de Luis Lindstron sean políticos vinculados a la mafia quienes proveyeron de armas y proyectiles a los sicarios.
PROYECTILES PARA LUCHAR CONTRA EL EPP
El 30 octubre de 2010, el ministro del Interior en ese entonces, Rafael Filizzola Serra, confirmó a Última Hora que en esa semana comprarían 300 mil cartuchos calibre 9 mm. y 300 mil calibre 5.56 de Indumil.Además, en esa oportunidad se adquirieron 150 fusiles Galil, que es de tecnología israelí. Esa fue la segunda compra de fusiles y balas que realizó el Gobierno. La primera compra se concretó el 15 enero de ese año, cuando aterrizó un avión con 450 Galil, 100 mil unidades de municiones de 9 mm. y 135 mil de 5.56 mm.