21 jun. 2025

Masivo éxodo de fieles desde la Terminal de Ómnibus de Asunción

Como hace 19 años, doña Gladys y su cuñada Inocencia llegaron ayer a la Terminal de Ómnibus de Asunción, donde emprendieron viaje hasta Caacupé.

Abarrotado.  Los feligreses que fueron hasta Caacupé coparon la Terminal en la víspera. Se estima que entre ayer y hoy pasen 75.000 devotos por el lugar.

Abarrotado. Los feligreses que fueron hasta Caacupé coparon la Terminal en la víspera. Se estima que entre ayer y hoy pasen 75.000 devotos por el lugar.

Diego, el hijo de Gladys, tuvo una enfermedad muy grave cuando tenía 11 años y la mamá no tuvo mejor idea que hacer una promesa a la Virgen: si el pequeño superaba el mal cada 7 de diciembre iría con su cuñada hasta la Villa Serrana para rendirle culto.

El milagro se realizó y desde ese entonces, las mujeres van cada 7 a rezar, escuchar la misa y volver antes del amanecer.

Así como Gladys e Inocencia, miles de fieles coparon ayer las instalaciones de la Terminal capitalina.

Los colectivos, tanto del interior como de Asunción y el área metropolitana, se vieron rebasados de personas que buscaban a toda costa ir a Caacupé a pagar sus promesas o hacer peticiones.

Los buses no duraban un minuto en las estaciones. Apenas llegaban, la gente ya los esperaba en largas filas prestos para abordar. La liberación del horario de buses rige hasta las 17.00 de mañana.

Ya sea en familia, en compañía de amigos, vecinos y hasta con compañeros de escuela y colegio, los feligreses dieron mucho trabajo a los choferes de ómnibus.

Si bien las unidades de transporte más solicitadas eran las que iban directo a la Villa Serrana, no se quedaron atrás aquellos que se dirigían hasta Ypacaraí, el cruce de San Bernardino o solo hasta el pie del cerro Caacupé.

Control. En el predio de la Terminal hubo mucho control a choferes y empresas de transporte.

Agentes de la Dirección Nacional de Transporte (Dinatrán) y de la Policía Municipal de Tránsito (PMT) se encargaban de fiscalizar los documentos de los buses, el estado por fuera y dentro, así como de realizar alcotest a conductores.

También controlaron que los ciudadanos no paguen más de lo que corresponde el pasaje y dieron recomendaciones a los viajeros (ver info).

La Policía Nacional y agentes del Ministerio Público se encargaron de dar seguridad y controlar los alrededores de las estaciones. También hubo presencia de médicos por si hubiese casos de emergencia, los que hasta la tarde de ayer no se registraron.

Según Emerson Aguilar, director de la Terminal, la expectativa es que este año pasen por el lugar unas 75.000 personas, encima de las 50.000 del año pasado.

Para el operativo se desplegaron aproximadamente unas 300 personas, entre policías, zorros, funcionarios de Dinatrán, de la Fiscalía y de la Terminal.