20 jun. 2025

Más de 80 muertes se producen en Irak tras desafío a extremistas

En el más sangriento atentado, al menos 65 personas murieron y alrededor de 100 resultaron heridas, cuando un coche bomba estalló cerca de un mausoleo chií en la ciudad de Kerbala.

EFE
Bagdad

Al menos 83 personas murieron ayer en una nueva jornada de violencia en Irak, al día siguiente de que el Parlamento iraquí se reuniera en sesión extraordinaria para “desafiar al terrorismo”.
En el atentado más violento, como mínimo murieron 65 personas y unas 100 fueron heridas, cuando un coche bomba conducido por un suicida estalló cerca de un mausoleo chií en la ciudad de Kerbala, en la mañana.
El ataque en Kerbala fue perpetrado a las 10.30 hora local (7.30 GMT) en una estación de autobuses, a unos 100 metros del mausoleo del Imam Husein, considerado uno de los lugares más sagrados por la rama chií del Islam.
Fuentes del Hospital Al Huseini de Kerbala, citadas por la cadena de televisión Al Iraqiya, indicaron que la mayoría de las víctimas son niños.
Kerbala, la segunda ciudad santa chií en importancia después de Nayaf, ha sido escenario de varios ataques similares en los últimos tres años que han dejado centenares muertos y heridos.
Asimismo, otro ataque con coche bomba, perpetrado junto al puente al Yadriya, en el sur de Bagdad, causó la muerte de al menos ocho personas e hirió a otras doce, según dijeron fuentes policiales.

RECHAZO A LA VIOLENCIA. Esta nueva jornada de violencia se produjo al día siguiente de que el Parlamento iraquí celebrara una sesión urgente para expresar su rechazo al terrorismo y a la violencia sectaria.
Dicha reunión tuvo lugar en respuesta a un ataque suicida perpetrado el día anterior contra la cafetería del propio Parlamento, que acabó con la vida de ocho personas, entre ellas un diputado.
El presidente de la Cámara, el suní Mahmud al Mashadani, condenó el atentado y lo calificó como “un ataque desesperado”, y “el tiro de gracia contra los propios terroristas”.
Sin embargo, algunos parlamentarios lo atribuyeron a la violencia sectaria que sacude el país y pidieron que se reconsideren las estrategias del Gobierno iraquí, que preside el chií Nuri al Maliki.
El Gobierno de Al Maliki, en el poder desde hace un año, ha sido acusado en numerosas ocasiones de llevar acabo una política sectaria y de no actuar con contundencia contra las milicias chiíes, a las que muchos acusan de haber secuestrado y matado a cientos de iraquíes.

Reproches en EEUU
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y la mayoría demócrata en el Congreso intercambiaron ayer reproches en su disputa sobre la necesidad o no de un calendario de retirada de las tropas estadounidenses de Irak.
Bush aseguró en su alocución radial de los sábados que el calendario que buscan los demócratas sólo serviría para dar a los insurgentes “la victoria que quieren desesperadamente”. En tanto, los demócratas respondieron que están “buscando la mejor forma de proveer a las tropas y darles una estrategia para el éxito digna de su esfuerzo”.