JERUSALÉN
Decenas de miles de manifestantes salieron de nuevo a la calle ayer, por cuarto día consecutivo, en Oriente Medio y en otras partes del mundo, para protestar contra la polémica decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer Jerusalén como capital de Israel.
En el cuarto día de enfrentamientos y protestas en los territorios palestinos, donde murieron cuatro palestinos, y de manifestaciones en varios países, el papa Francisco volvió a llamar a la sensatez y la prudencia de todos para evitar una nueva espiral de violencia.
Prueba de la exacerbación de las tensiones, un palestino apuñaló e hirió de gravedad a un agente de seguridad israelí en Jerusalén, según la policía, que trató el ataque de terrorista. El palestino fue detenido. En el plano diplomático, las acusaciones también continuaban, desde que el miércoles Trump hiciera su controvertida declaración, rompiendo con décadas de diplomacia internacional y estadounidense.
EEUU LAMENTA. La Casa Blanca consideró “desafortunado” que el presidente palestino, Mahmud Abás, haya decidido no reunirse este mes con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, en respuesta a la decisión de EEUU de reconocer a Jerusalén como la capital israelí. “Es desafortunado que la autoridad palestina esté de nuevo alejándose de la oportunidad de debatir sobre el futuro de la región, pero el Gobierno se mantiene firme en sus esfuerzos por conseguir la paz entre israelíes y palestinos”, aseguró Alyssa Farah, portavoz de Pence. Pence tiene previsto viajar a Oriente Medio este mes con el objetivo de reafirmar el compromiso en trabajar con otros países de la región para vencer al radicalismo que amenaza las esperanzas y los sueños de futuras generaciones, según indicó Farah en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter.