23 abr. 2024

Mal ejemplo: Unos 5 mil docentes no se aplicaron aún vacuna anti-Covid

EXCUSAS. Desde el Sinadi cuentan que una parte de los no vacunados se resisten a volver al aula. CRÍTICA. Más allá del tabú y las creencias, califican de “inconscientes” a los educadores antivacunas.

Retorno. El lunes retornaron muchos estudiantes y docentes a aulas, tras la disposición del Ministerio de Educación.

Retorno. El lunes retornaron muchos estudiantes y docentes a aulas, tras la disposición del Ministerio de Educación.

En el universo de alrededor de 80.000 docentes que hay en todo el sistema educativo, más de 5.000 todavía no accedieron a vacunarse contra el Covid-19. De ese grupo, muchos se niegan –en efecto- a aplicarse la dosis anti-Covid, a raíz de prejuicios contra este biológico. Esto es lo que revela el abogado Miguel Marecos, presidente del Sindicato Nacional de Directores de Instituciones Educativas de Gestión Oficial (Sinadi). El ministro de Educación, Juan Manuel Brunetti, estima que son más de 5.000 los no vacunados.

También hay otro grupo de 3.000 educadores que presentaron certificado de vulnerabilidad, a instancias del Ministerio de Salud Pública (MSP) o del Instituto de Previsión Social (IPS), para continuar con las clases virtuales desde sus domicilios. Esto es porque padecen alguna enfermedad de base.

Marecos cuenta que algunos docentes se niegan a volver a las aulas, pese a que ya se produjo –desde el pasado lunes- el retorno de los docentes a las instituciones educativas. “Te dicen todavía no me vacuné; pero eso son excusas nomás porque ahora se aceleró muchísimo el proceso”, dijo al comentar que él mismo, que debía recibir la 2ª dosis de AstraZeneca –el 7 de setiembre- se puso hace ya diez días porque se adelantó. “Entonces, excusas no hay”, recalcó.

En relación a qué pasará con quienes aún no se vacunaron, sostiene: “Tienen la obligación moral y jurídica de ir a las instituciones. No pueden impartir las clases desde sus domicilios; pueden entrar en un problema penal, jurídico, etc. porque (la vacunación) es algo voluntario, pero si hay una normativa que establece que tenés que estar en las instituciones, ya hay una prelación de leyes”.

Consultado sobre lo que alegan los educadores reticentes a recibir el biológico, tiró entre risas: “De todo un poco, una novela se puede armar”. Es por eso que están trabajando con esta franja de educadores, cuyas edades van de 35 a 40 años para arriba y que están dispersos a nivel país. “Primero hay que concienciar y convencer de que lo importante es vacunarse. Con eso uno gran parte de su salud va a tener seguridad porque no va a morir, por lo menos (de Covid). Y, segundo, que el proceso de enseñanza–aprendizaje es importante, para eso elegimos esta profesión; uno es docente por vocación y tenemos un apostolado”.

Para Marecos, los que están en esta situación podrían someterse a un proceso jurídico a nivel del MEC si es que ellos se niegan a asistir.

falta de conciencia

A la luz del asedio de la variante delta del Covid –que es mucho más virulenta- y que tanto los menores de 12 años como los adolescentes sin enfermedad de base aún no accedieron a la vacuna, la Dra. Ana Campuzano, presidenta de la Sociedad Paraguaya de Pediatría, emitió ayer una furibunda crítica:

“No puede ser que no estén vacunados, es una inconsciencia. Es una total inconsciencia que se vayan a tratar niños, a manejar niños y que se vayan a pretender educar porque eso no es educación tampoco. No es educación que yo no me vacune, no estoy respetando el derecho de los demás y cuidar la salud de los demás”, sostuvo en contacto con Noticias Paraguay (NPY).

La dinámica desde esta semana obliga a los docentes a acudir a las instituciones y desde allí pueden implementar las clases virtuales.

“Nadie te dice que al ir a la institución uno tenga que dar presencial; porque el retorno de los estudiantes es progresivo y lento”, insistió Marecos.

Dijo que muchos centros educativos van a seguir con la virtualidad en lo que resta de este año.

“Primero porque la variante delta está viniendo; segundo, los padres tienen temor porque sus hijos no están vacunados y, tercero, falta dos meses y algo para cerrar el año”, apuntó.

Sobre eso último, que en todo este tiempo pandémico los padres adquirieron una dinámica de vida diferente, por lo que les resulta más práctico –por el momento- no enviarles a sus hijos a la escuela.

“El retorno de los docentes fue magnífico, vinieron casi todos. Pero los alumnos, muy pocos, paulatinamente va a ir aumentando”, remarcó.

El presidente del Sinadi señaló que en esta etapa de apertura a la presencialidad se enfocan en las clases prácticas de los alumnos del 2° y 3° de los bachilleratos técnicos, industriales y de servicios.

“Ellos sí o sí tienen que venir en grupos burbuja porque van al mundo laboral; entonces, tienen que tocar las máquinas, dar las materias técnicas del plan específico que sí o sí deben dar presencial porque son materias delicadas”, indicó. A su vez, noveno y sexto grado también están dando prioridad a las clases presenciales.