“Siempre tuve la esperanza de que Dios me iba a devolver a mi hijo con vida. Desde que ocurrió esto no dormía más por la preocupación”, dijo muy emocionada Del Rosario Balmoris de Ramos, madre del oficial inspector Rafael Ramos tras enterarse de que su hijo fue liberado por los secuestradores.
La sexagenaria mujer recordó que ese domingo 1 de abril ya nunca más lo va a borrar de la mente. “Ese día Rafael llegó temprano a la casa y me pidió que quería comer gallina casera y le preparé, y al mediodía nos sentamos todos juntos a almorzar. Cerca de las 4 de la tarde se preparó para venir a Asunción. Recuerdo que me dijo que quería participar de la misa de Caacupé porque el lunes tenía examen en el Colegio de Policía. Me pidió la bendición y junto a Nancy partieron hacia la capital”.
LA NOTICIA. En cuanto a lo ocurrido con Rafael y su novia, ella se enteró tarde porque sus hijos no le comentaron nada por su estado de salud. “Hace poco me operé de la garganta y también sufro de la presión alta, por eso no me contaron lo que pasó. Cuando la prensa llegó a mi casa pregunté qué pasaba y recién ahí supe la noticia”, explicó.
Para la madre del agente los días de cautiverio pasaron a ser una eternidad. “Los 19 días no dormimos prácticamente porque pensábamos que le podía pasar algo a él. En familia rezábamos pidiéndole a Dios que nada le pase. Para poder pagar los diez millones que pidieron por el rescate, tuvimos que vender algunas cosas, pero eso es ahora lo de menos, porque le soltaron con vida. Siempre he pedido a Dios para que cuide a mi hijo”.
Por otra parte, Doña Del Rosario partió con destino a San Lorenzo en la mañana del viernes, acompañada de dos hijos más, y actualmente se encuentra en la residencia de Nancy Giménez. Bernardo Ramos, hermano del agente, dijo ayer a ÚH que Rafael y Nancy ya están mucho mejor.