El presidente Mauricio Macri admitió ayer que los índices de pobreza han crecido en el primer semestre como consecuencia de la devaluación del peso argentino y su impacto negativo en la inflación.
“Lamentablemente, con esta devaluación que tuvimos, trajo un rebote en la inflación, y la inflación es el mayor generador de pobreza, con lo cual vamos a ver que parte de lo que habíamos conquistado como reducción de pobreza lo vamos a perder”, dijo Macri en Jujuy. Macri recordó que en el segundo semestre de 2017 se logró una reducción en los índices oficiales de pobreza en forma importante. La pobreza en la población urbana de Argentina se situó en el 25,7% durante la segunda mitad del año pasado, 4,6% por debajo de la tasa de igual periodo de 2016. Los datos oficiales de la pobreza y la indigencia correspondientes al primer semestre de este año serán dados a conocer el 27 de setiembre. Argentina registró una fuerte depreciación de su moneda desde finales de abril, lo que impactó en un alza en el índice de precios al consumidor.
Con respecto a los vaivenes cambiarios, el mandatario aseguró que el precio del dólar estadounidense está más calmo en las últimas semanas, mientras que sobre los precios afirmó que el año que viene la inflación va a bajar. “El año que viene vamos a crecer. No mucho, pero vamos a crecer. Y la Argentina va a volver a tomar velocidad sobre todo si hacemos los deberes de no seguir teniendo esta vulnerabilidad, que nos volvió para atrás”, dijo. Al hacer referencia a los escándalos por presunta corrupción durante los gobiernos kirchneristas, Macri destacó la importancia de tener una Justicia independiente que juzgue en tiempo y forma las cosas que fueron hechas en forma ilegal. efe
